Aunque nuestra memoria golfística es volátil y ahora mismo nos tiene robado el corazón el impresionante hierro 8 que Azahara Muñoz pegó en el hoyo 17 de Killen Castle, crucial en el desenlace de la Solheim Cup, Bill Haas ejecutó anoche uno de los golpes más espectaculares de la temporada.
Y aunque resulte un tanto desmitificador recurrir al vil metal para darle valor a un golpe, lo cierto es que Haas sacó a relucir su arte desde el obstáculo de agua que protege el flanco izquierdo del hoyo 17 del East Lake Golf Club cuando se estaba jugando 11,44 millones de dólares con Hunter Mahan, ya que además del Tour Championship estaba en juego el título de la FedEx Cup.
Aquí tenéis este magnífico «splash» tipo búnker que le sirvió para salvar posteriormente el putt y seguir vivo en un desempate que ganaría en el hoyo siguiente.
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