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Zona Pro

60 golpes, 2 guantes y 1 victoria

Carlos Palomo | 22 de octubre de 2012

Cualquier purista del swing que sintonizara ayer la televisión y viera qué dos jugadores se estaban disputando el The McGladrey Classic, hubiera puesto el grito en el cielo. Por una parte, teníamos a Tommy Gainey pegando bolas en la cancha de prácticas, con sus dos guantes enfundados por supuesto, después de haber realizado la gesta de firmar 60 golpes. Por otra, teníamos en la calle del 18 del Seaside Course a Jim Furyk a un golpe de Gainey. Tras una buena salida en el último hoyo, se dejaba un hierro 8 en las manos con el que acabaría fallando el green por la derecha y sin posibilidades practicamente de hacer el birdie.

No ha sido éste el mejor año para Furyk tras sus decepciones en el US Open, Bridgestone Invitational y Ryder Cup. Y ayer el destino se volvió a cebar con él. Parecía que antes de empezar, un perfecto guión con tintes hollywoodienses estaba escrito: el jugador que ha perdido casi todo en el último minuto durante todo el año, se redime en su último torneo de la temporada delante del capitán de la Ryder Cup. En ese supuesto guión, tal vez, recibiría el beso de su mujer Thabita y el bueno de Jim lloraría de emoción en el green del 18.

Pues todo lo contrario. El gesto más llamativo fue el de la desesperación en persona tras observar los dos primeros segundos de vuelo de su golpe en el 18, suficientes para darse cuenta de que iba a sumar una nueva decepción más. Si tenía que acabar con birdie, lo hizo con bogey. «Creo que lo más decepcionante de todo es que he estado pegándole a la bola lo mejor que he podido y de repente he hecho dos swings muy pobres tanto en el 17 y en 18 con hierro 7 y hierro 8. No dejarme ninguna opción de birdie en ambos ha sido muy decepcionante».

Quien recibió el beso fue Gainey al lograr su primera victoria en el PGA Tour. Llegó de una manera poco común: se fraguó haciendo un 60 para remontar 7 golpes de desventaja respecto a los líderes y se confirmó en plena cancha de prácticas pegando bolas preparando un posible playoff, cuando Furyk, no metió el putt (decidió patear en lugar de chipear en su tercer golpe fuera y lejos de green) en el 18. Tuvo que esperar más de dos horas a que Toms, Furyk y Love III, un trío que ostenta 49 victorias en el circuito y que andaba por el hoyo 8 cuando acabó su vuelta, intentasen darle caza sin conseguirlo.

«Tienes a jugadores que van a estar en el Hall of Fame persiguiéndote. ¡Persiguiéndome a mí! Soy Tommy Gainey. Soy ‘Dos Guantes’ y con mi 60 tenía detrás a Jim Furyk, Davis Love III y David Toms. Estaba nervioso. Estás en el PGA Tour junto a los mejores jugadores del mundo. El 99 por ciento de ellos ya ha ganado torneos, ha ganado majors, torneos importantes y lo único que yo podía decir que he ganado es el Big Break (concurso televisivo). Ahora puedo decir que soy ganador del The McGladrey Classic aquí en Sea Island, que estoy muy orgulloso de formar parte de los ganadores de este torneo y muy orgulloso de ganar. No sabía que hacer 24 putts y firmar un 60 significaría esto».

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