Zona Pro
A García y a Jiménez se les escapa el Masters
Redacción | 08 de abril de 2012
Sergio García, poco después de finalizar su vuelta, dio el titular golfístico de lo que llevamos de año (al menos para los españoles). «Hoy me he dado cuenta de que no soy lo suficientemente bueno como para ganar un major», frase descarnada y durísima, pero pronunciada con tranquilidad y respaldada por trece años de frustraciones acumuladas, oración que deja traslucir desilusión y que a su vez desilusiona a todos los que esperan (esperamos) lo mejor del jugador de Borriol, una sentencia que parece excesiva, pese a que su autor es la fuente más autorizada, sobre todo si pensamos en algunos «casis» (ese putt de Carnoustie) que no podemos achacar a su falta de capacidad.
La tercera jornada para los dos españoles fue un día de reveses y frustraciones ejemplificado por el abrazo con el que se fundieron García y McIlroy en el hoyo 12, un gesto elocuente que transmitía desamparo ante un Augusta que volvió a golpearles duro y a arrebatarles una oportunidad única.
Sergio García, que partía con -4 a un golpe del liderato, empezó la jornada con una desastrosa serie de 3 bogeys en sus cuatro primeros hoyos. Tras acumular otros dos bogeys en los hoyos 7 y 10, consiguió su primer birdie en el hoyo 12 (el hoyo del abrazo), que quedó anulado de inmediato por un nuevo bogey en el 13. Dos postreros birdies en el 15 y el 16 servían para maquillar algo su tarjeta, aunque su 75 le hace caer hasta el puesto decimonoveno con un total de -1, nada menos que a ocho golpes de los líderes. Salvo milagro, se nos antoja una diferencia insalvable para el último día de un grande, y más si tenemos en cuenta los pesos pesados que partirán cerca de la cabeza.
Miguel Ángel Jiménez es otro de los damnificados de la jornada del movimiento y el de Churriana se lamentaba en sus declaraciones de que había pagado su exceso de ambición. Jiménez, a dos golpes de los líderes, salió buscando resultado y lo pagó en un campo que no te da margen ni tregua, especialmmente en los greenes.
Empezó su vuelta bogey-birdie-bogey y, tras tres buenos pares, encadenó una desastrosa serie de cuatro bogeys en cinco hoyos. Su vuelta fue muy similar a la de Sergio y los birdies se hicieron esperar. Jiménez ha descontado dos golpes en el 13 y el 14, aunque no pudo firmar el par en el difícil 18 de Augusta. Al final, 76 golpes para un total de +1 en la posición vigésimo séptima.
Nuestro último superviviente, Gonzalo Fernández-Castaño, empezó su vuelta con bogey en el hoyo 1. El madrileño no pudo evitar ceder otros cuatro golpes (hoyos 5, 6, 10 y 11) antes de poder aprovechar los dos últimos pares cinco para anotar sendos birdies en el 13 y el 15. Por desgracia, el hoyo 18 volvió a pasarle factura al igual que en la segunda jornada, finalizando con un discreto 76 para un acumulado de +9 que le hace caer hasta el puesto quincuagésimo séptimo.
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