Ocupa el segundo puesto en el ranking mundial y podría asaltar el trono ocupado por Tiger Woods si rinde al mejor nivel en los dos torneos con los que comienza el año en Hawái (Hyundai Tournament y Sony Open), pero Adam Scott no tiene prisa en alcanzar ese puesto honorífico.
Al menos eso puede deducirse del anuncio del australiano, que ha indicado que se tomará seis semanas de descanso después de los dos primeros compromisos del año, con lo que Scott renuncia a participar en el Accenture Match Play Championship y no se vería las caras con Tiger Woods hasta finales de febrero, cuando se espera que ambos jueguen el The Honda Classic.
Este largo periodo de descanso está más que justificado si se tiene en cuenta el intenso final de año que ha afrontado el australiano, en el que estuvo a punto de lograr la triple corona de su país (ganó el PGA y el Masters, y solo cedió ante McIlroy en el Australian Open). Scott prescinde del corto plazo y centra la planificación de la temporada en las grandes citas y, especialmente, en el Masters, cuyo título defenderá a partir del 10 de abril.
El principal damnificado de la decisión del campeón en Augusta es el Match Play Championship que volverá un año más a Dove Mountain, Arizona. Además de la ausencia de Scott, Justin Rose ya anunció el pasado mes de diciembre que era muy probable que renunciara a estar en el torneo, Phil Mickelson suele tomarse libre esa semana para estar con su familia y Tiger Woods podría acompañar a Lindsey Vonn a los Juegos Olímpicos de Sochi.
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