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Algo más que palabras

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Enrique Soto | 12 de mayo de 2013

Que Sergio García y Tiger Woods no se llevan especialmente bien no es ningún secreto. No se conocen las razones por las que ambos jugadores, que parecían guardar una buena relación en el inicio de sus carreras, se han ido distanciando paulatinamente con el paso de los años, pero existen y son evidentes cada vez que caminan en el mismo partido. No se hablan ni incluso se miran, y el hecho de que cada vez que coincidan suela ser en lo más alto de la clasificación tampoco ayuda demasiado. En la tercera jornada del The Players Championship, esta frialdad vivió un nuevo capítulo. Quizá el más tenso en su historia personal.

En el segundo hoyo del TPC de Sawgrass, Sergio se disponía a pegar su segundo golpe a green desde una buena posición en la calle. Cogió su madera, realizó su rutina habitual y, cuando se disponía a ejecutarlo, se escuchó un ruido que provocó que fallara a la derecha de su objetivo. ¿La razón? Justo cuando su palo estaba en lo alto del backswing, Tiger había sacado la madera de su bolsa para preparar su tiro y el público reaccionó con una ovación, ya que Woods se encontraba entre los árboles y podían estar a punto de contemplar lo que todo aficionado busca cuando acude un torneo: un golpe imaginativo y arriesgado.

La competición se suspendió en el hoyo 7 debido a una tormenta y la televisión decidió entrevistar a varios jugadores para ver qué sensaciones habían tenido a lo largo de su vuelta. Golf Channel preguntó a Sergio por lo que parecía un incidente menor y, en ningún caso, provocado por Woods. Estas fueron sus palabras: “Tiger estaba a la izquierda y era mi turno para jugar. Movió a todo el público que nos seguía y esperé hasta que se pararan. No diría que no vio que yo estaba listo para jugar, pero normalmente sabes cuándo el otro jugador va a pegar su golpe y justo cuando estaba en lo alto de mi backswing, creo que sacó su madera cinco o su madera tres y obviamente todo el mundo comenzó a gritar. No fue una gran ayuda. Fue desafortunado porque, nunca sabes, podría haberla mandado ahí igualmente, pero si llego a pegar un buen golpe y saco el birdie me hubiera ayudado a empezar el día de una forma distinta”.

El periodista de Golf Channel le preguntó entonces cómo se manejaba el español ante la adversidad. “Bueno, no hay mucho que puedas hacer”, comentó Sergio. “Creo que intento respetar a todo el mundo ahí fuera todo lo posible. Intento ser cuidadoso con lo que hago para estar seguro de no molestar al resto de jugadores. Es lo único que puedes hacer. Si pasa algo malo, intentas lidiar con ello de la mejor manera posible. Intento olvidarlo y seguir adelante. Pegué un par de buenos golpes después de eso y me tranquilicé. Hubiera estado bien haber metido un par de putts más”.

La polémica no terminó ahí, porque inmediatamente después de las palabras de García los periodistas intentaron buscar la reacción de Tiger. Esto es lo que dijo Woods: “Los marshals me dijeron que ya había tirado, por lo que saqué el palo de la bolsa para prepararme para pegar mi golpe. Y luego escuché sus comentarios y no me sorprendí demasiado de que se esté quejando de algo”. La siguiente pregunta fue si habían hablado del tema en privado, y Woods se mostró igual de tajante: “No hablamos demasiado”, dijo.

Una vez más, los medios volvieron a buscar a Sergio para ver si tenía que responder a Tiger. “Ha dicho que no es una sorpresa verte quejándote sobre algo. ¿Cómo te sientes escuchando esto?”, le preguntaron. “Está bien”, contestó el castellonense. “Al menos soy sincero conmigo mismo. Sé lo que estoy haciendo y él puede hacer lo que quiera”.

No es el único incidente de este tipo que suele vivirse en los torneos de élite, pero sí de los pocos que no se arreglan entre ambos jugadores en la casa club al finalizar la vuelta. El cruce de declaraciones entre ambos no hace sino agravar la tensión que se vivía en su partido y no parece ninguna ayuda para luchar por la victoria, que ahora está en las manos de David Lingmerth. Tanto Sergio como Tiger tienen que jugar cuatro hoyos más juntos antes de afrontar la última jornada y, de mantenerse la clasificación tal y como está, saldrían de nuevo en el penúltimo partido del domingo.