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Apuestas de golf: ¿de qué pasta estás hecho, Nicolas Colsaerts?

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Danel Agirre | 22 de agosto de 2012

En una semana decisiva para la suerte del equipo europeo de la Ryder Cup capitaneado por José María Olazábal, el belga Nicolas Colsaerts conseguirá una plaza si termina entre los dos primeros clasificados en el Johnnie Walker Championship que se juega en el resort escocés de Gleneagles.

Johnnie Walker Championship

Cuando el honor de ser capitán del equipo europeo de la Ryder Cup recayó en José María Olazábal, éste era perfectamente consciente de que buena parte de las inevitables críticas a su labor recaerían en una fecha concreta. El lunes es el día en el que el dos veces ganador del Masters de Augusta debe anunciar qué jugadores reciben sendas invitaciones para acudir a Medinah, y bastará con pasarse por Twitter diez minutos más tarde de su comparecencia de prensa para comprobar que esa decisión es de todo menos fácil. Por eso, no estaría mal que Nicolas Colsaerts eche una mano a Olazábal este fin de semana.

Si Colsaerts termina el Johnnie Walker Championship de Gleneagles entre los dos primeros logará la última de las plazas automáticas en juego, la décima. Ahora mismo esa posición está en manos de Martin Kaymer, que este fin de semana no estará en Escocia y no puede mejorar su clasificación. Por el bien de su salud mental, probablemente alguien haya aconsejado al alemán marcharse a un remoto hotel rural sin televisión, internet o cobertura de teléfono, ya que si Colsaerts cumple con su complicadísima tarea, Kaymer corre serio peligro de quedarse fuera del equipo dado su discreto rendimiento durante los últimos meses.

La teoría dice que el Centenary Course de Gleneagles favorece las opciones de Colsaerts, especialmente tras las reformas de este año. Éste será el escenario de la Ryder Cup 2014 y, por ello, el recorrido ha sufrido variaciones aquí y allá que buscan favorecer el espectáculo de un evento ‘match-play’. El año pasado varios de los participantes en el desempate múltiple que decidió el ganador —Thomas Bjorn— eran grandes pegadores como el belga, y muchos bombarderos ocuparon lugares de privilegio en la clasificación. Colsaerts, con todo, no lo tendrá sencillo, ya que la presión se irá multiplicando a medida que se acerque el desenlace del torneo.

Hay dos factores importantes que juegan a favor de las posibilidades del belga. El primero, que el ‘field’ presente en Escocia no debe asustarle, ya que muchos de los mejores jugadores europeos competirán en el PGA Tour estos días. Francesco Molinari (11), Ross Fisher (26) o Thorbjorn Olesen (26) representan una oposición muy cualificada, pero el reto podría haber sido aún más complicado.

El segundo motivo de la esperanza para Nicolas Colsaerts es que José María Olazábal parece prendado de su juego. Aunque este fin de semana no desplace a Kaymer del equipo europeo, bien podría darse el caso de que sea uno de los destinatarios de las dos plazas vacantes. Que Ian Poulter no se lleve uno de los ‘wildcards’ sería un sorpresón mayúsculo. Y aunque Padraig Harrington tiene argumentos de sobra para opositar al billete restante, Txema ya ha insinuado que sólo una actuación colosal del irlandés en The Barclays le haría decantarse por él.

Apuesta recomendada: Nicolas Colsaerts quedará entre los cinco primeros del torneo a cuota 4.

The Barclays

De lo que no se olvidará Olazábal es de pagarle una cena a Sergio García la próxima vez en la que se vean. Con su victoria en el Wyndham Championship, el castellonense le ahorró un quebradero de cabeza notable a su buen amigo. En el caso de no clasificarse directamente para la Ryder Cup, el debate sobre las dos invitaciones del capitán hubiera resultado mucho más enconado, ya que pocos golfistas polarizan tanto la opinión como García. Imaginen por un momento que esa elección se pudiera convertir en una lucha oficiosa entre el español y Padraig Harrington, enemigos íntimos más o menos reconocidos. Probablemente estaríamos hablando del cumplimiento de las profecías mayas y el fin del mundo tal y como lo conocemos.

Con García en el equipo, Harrington está condenado a ‘obligar’ a Txema a hacerle un hueco en el avión a Illinois (asientos libres no faltarán, medio equipo reside en Estados Unidos). Y una actuación descollante en el primer ‘playoff’ de la FedEx Cup es la única carta que le resta al irlandés. Un triunfo en The Barclays confirmaría las sospechas de que Harrington está de vuelta, y pondría a Olazabal de camino a la farmacia para pertrecharse de aspirinas.

Su tarea se presenta más compleja aún que la de Colsaerts: en el Bethpage Black Course se darán cita la práctica totalidad de los grandes nombres del golf, y por si ello fuera poco, un nutrido pelotón de meritorios que necesitan un gran resultado como él para avanzar a la siguiente ronda de la FedEx Cup. Rory McIlroy (9), Tiger Woods (9,5), Luke Donald (23), Bubba Watson (23) o Adam Scott (26) no parecen los rivales ideales para una tarea como la que afronta Harrington. No sólo eso: Jim Furyk (41), Steve Stricker (23), Dustin Johnson (26), Hunter Mahan (51) o Rickie Fowler (71) están inmersos en su propia batalla campal por hacerse con una de las invitaciones del bando americano, que se repartirán en tres semanas. Al final, quizá José María Olazábal pueda dormir unas horas tranquilo la noche del domingo.

Apuesta recomendada: Padraig Harrington quedará entre los diez primeros del torneo a cuota 7.

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