El equipo asiático ha logrado su segunda victoria en seis ediciones del Royal Trophy al culminar la remontada que inició en la jornada de fourballs del sábado. Asia conseguía igualar el marcador a 8 en los individuales, y luego se adjudicaba el título, según marca el reglamento, al imponerse en el partido de fourballs de desempate.
La jornada empezaba con una sorpresa desagradable para el combinado europeo. Su capitán-jugador, José María Olazábal, se veía forzado a retirarse por una lesión en el cuello y eso obligaba a recurrir a la «regla del sobre». Como en la Ryder Cup, antes de la jornada de individuales cada capitán tiene que designar a un jugador que sería «sacrificado» en caso de que un rival tuviera que retirarse por lesión (en el partido del lesionado se concede el empate) y Joe Ozaki había señalado al tailandés Kiradech Aphibarnrat como descarte. Con un empate en el partido, un 5-4 en el marcador global y Bae (rival inicial de Olazábal) desplazado al partido de Nicolas Colsaerts, comenzaba la jornada.
La igualdad ha presidido los marcadores en todo momento y el torneo parecía abocado al desempate que finalmente se produjo. En el primer partido, Nicolas Colsaersts volvía a exhibir la garra de la Ryder Cup y salvaba un punto heroico después de ir a remolque durante gran parte de la vuelta. El belga se adelantaba con un espectacular eagle en el 16 y defendía su posición en los tres últimos hoyos para colocar otro punto en el marcador europeo.
Gonzalo Fernández-Castaño, otro de los mejores europeos, sacaba a relucir su carácter indómito y salía bien parado del cuerpo a cuerpo en que se convirtió su partido contra Kyung Tae Kim, uno de los mejores del combinado asiático. El madrileño empataba el partido haciendo tres birdies en los cuatro últimos hoyos y amarraba medio punto que podía ser decisivo.
Después de que Fujimoto se impusiese in extremis a Siem en un partido que el alemán dominó durante tres cuartas partes del mismo y Edoardo Molinari rescatara medio punto contra Wu (el italiano siempre estuvo por detrás en el marcador), llegó el tramo decisivo con el enfrentamiento entre dos veteranos de lujo, Jeev Milkha Singh y Miguel Ángel Jiménez, decantado del lado del indio gracias a los tres birdies que lograba en los cuatro últimos hoyos.
Poco después, Yang, otro de los baluartes del equipo asiático e invicto en este Royal Trophy, daba buena cuenta de Francesco Molinari y todo quedaba en manos de Henrik Stenson, que certificaba su triunfo ante Ryo Ishikawa en el green del 18, después de controlar el partido desde el primer hoyo.
Con las tablas en el marcador, los capitanes debían elegir a una pareja que se jugaría el torneo a fourballs en el hoyo 18, responsabilidad que recayó en Nicolas Colsaerts y Francesco Molinari en el bando europeo (los dos representantes de este combinado europeo que estuvieron en la última Ryder, aunque algunos se sorprendían por la elección del italiano) y en el dúo coreano compuesto por Yang y Kim, un seguro de vida en esta edición del torneo.
Con la inercia a su favor después de forzar el desempate, el joven Kim conseguía un gran birdie en el primer hoyo del playoff para darle el triunfo al equipo asiático en una de las ediciones más reñidas del torneo y que ha estado dominada por la presencia de Seve Ballesteros, ideólogo y promotor del Royal Trophy.
Pese a la derrota europea, el Royal Trophy ha demostrado contar con una salud envidiable y ha servido para escenificar esa «puesta de largo» del golf asiático, un auge certificado ya con triunfos en los principales escenarios internacionales y que refuerza la posición del continente como clara alternativa a los dos principales «mercados» golfísticos.
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