Azahara Muñoz ha incorporado este año a su bolsa uno de los palos más poderosos: la paciencia. Y en días complicados y ventosos como el que se presentó en la primera jornada del ShopRite LPGA Classic en el Stockton Seaview Hotel and Golf Club, contar con la ayuda de esta virtud fue fundamental.
“Al mal tiempo, buena cara”, debió pensar Azahara al afrontar su primera vuelta después de lograr el título en el Sybase Match Play Championship, un triunfo que le ha permitido subir el último escalón que le faltaba para instalarse definitivamente en la élite. Y con esta buena actitud fue plantándole cara a las dificultades que le planteaba el recorrido de Nueva Jersey hasta acabar su vuelta con -2, en sexta posición.
Sus bazas, las habituales: precisión desde el tee de salida, seguridad en los tiros a bandera y un juego corto muy fino, especialmente sobre los greenes. De momento, está a cuatro golpes de las colíderes, la estadounidense Stacy Lewis y la japonesa Mika Miyawato, que con 65 golpes en este par 71 superan en dos golpes a Paula Creamer y Mariajo Uribe.
El resto de las españolas jugaron sobre el par, aunque tres de ellas tienen a su alcance superar la línea del corte. Beatriz Recari es trigésimo octava con +1, María Hernández, cuadragésimo octava con +2 (lástima del doble bogey en el 7, su antepenúltimo hoyo) y Belén Mozo, sexagésimo octava con +3. Más lejos, Elisa Serramià finalizó con +10 en la cola de la clasificación.
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