Perfectamente podría estar ahora mismo Sang-Moon Bae dolorido todavía de tanto sacar el puño durante la jornada del domingo del HP Byron Nelson Championship. El surcoreano completó una última vuelta de 69 golpes (-1), su registro más alto de toda la semana, pero suficiente para llevarse la victoria un domingo en el que muchos dirán que no ganó Bae sino que perdió Keegan Bradley. El estadounidense lideró desde el principio el torneo pero falló cuando más necesario era mantenerse alejado de los fallos, finalizando con una vuelta de 72 (+2) que no le sirvió más que para alcanzar la segunda posición del mismo.
Los resultados y la ventaja de Bradley fue de más a menos según avanzaba la semana. La misma que empezó con un 60 (-10) el jueves con el que firmaba su mejor vuelta en el PGA Tour y el record del campo TPC Four Seasons y que acabó con un domingo para olvidar. Partía solo con un golpe de ventaja respecto a su compañero de partido y ya en el hoyo 3 la situación había cambiado por completo, mandando su bola al agua y firmando bogey mientras que el surcoreano metía un gran putt de birdie con el que hacía más doloroso el fallo de Bradley. Bae sacaba el puño.
Fue solo el comienzo del ascenso momentáneo del nuevo líder, que llegó a mandar en solitario por cuatro golpes gracias a los aciertos consecutivos en los hoyos 5, 6 y 7. En el hoyo 8, volvía a celebrar su putt, esta vez de par, tras fallar su salida al bunker de calle. Sabía que era importante mantener su tarjeta libre de bogeys porque un fuera de serie como Bradley podía despertar en cualquier momento de su letargo. El guión de su primera victoria parecía estar cumpliéndose hasta que en el hoyo 9, el final feliz del cuento de hadas podía estar en peligro.
Mientras Bradley seguía sin encontrar los birdies que le pudieran acercar a su rival, éste falló por primera vez en el día y lo hizo de manera estrepitosa, con un doble bogey que reducía su ventaja de cuatro a solo dos golpes. En el 10, nuevo bogey con el que la renta quedaba reducida a la mínima expresión.
El torneo acabó decidiéndose en los tres últimos hoyos del TPC Four Seasons con ambos llegando empatados al hoyo 15, par 5. Los dos se enfrentaban a dos putts muy asequibles de birdie, con Bae embocando el suyo desde 2 metros y Bradley, con la misma línea que el de su rival pero a poco más de un metro del hoyo, veía cómo una cruel corbata le hacía salir al hoyo 17 con un golpe de desventaja. Pudo haberse acercado a la lucha por el título cuando Bae pegó un arriesgadísimo golpe en el par 3 del penúltimo hoyo, pero la bola del surcoreano sorteó el agua para acabar reposando en el antegreen sana y salva. Bradley se pasaba el green y se dejaba una complicada situación para salvar el 3 con approach y putt tal y como se demostró después con el bogey que firmaba y con el que pasaba a depender del fallo de Bae para tener alguna opción de reeditar el título conseguido en 2011.
No era además el mejor hoyo el 18 para buscar la remontada vistos los antecedentes en este hoyo por parte del americano, saldando sus tres anteriores pasos por el mismo en tres bogeys. Por fin pudo hacer el par pero fue insuficiente para levantar el trofeo ya que Bae, con otro arriesgado segundo golpe a green, hizo dos putts fácilmente para firmar el 4 y ganar por dos golpes su primer título del PGA Tour.
Las crónicas parecían estar escritas para contar la cuarta victoria de Bradley en el PGA Tour este domingo, pero no contaban con el potencial de un surcoreano de 26 años que en solo dos temporadas entre la élite americana ya ha demostrado tener nivel de sobra para meterse en la pelea varios domingos. Que se lo digan a Bradley, quien al acabar el torneo felicitó al justo ganador del torneo. «Estoy bastante decepcionado pero Moon ha jugado genial. Lo ha hecho mejor que yo hoy así que estoy contento por él».
Con los casi 1.2 millones de dólares que consigue Bae con esta victoria, sube al 18º puesto de la FedEx Cup. Tercero en solitario fue el sudafricano Charl Schwartzel con -10, a un golpe de la segunda plaza y a tres del -13 ganador del surcoreano.
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