El sol presidió la primera jornada del quinto grande del año, después de que intensas lluvias hicieran imposible su comienzo ayer por la mañana. El Evian Masters Golf Club está mojado, los greenes receptivos y no resulta tan complejo coger calle como en ediciones pasadas, pero sigue suponiendo un examen complejo. Basta con despistarse en un par de golpes y ver cómo una cifra bien abultada estropea una vuelta. La consistencia, por tanto, es fundamental, al igual que saber pegar golpes a través de sus innumerables ondulaciones.
El campo está incrustado en las montañas y prácticamente no hay un terreno llano en 18 hoyos. La bola está más alta o más baja que los pies, siempre. Es algo que aprendió Beatriz Recari en sus dos primeras apariciones en este torneo, cuando se llamaba Evian Masters. “Creo que mi juego no era muy adecuado para este tipo de campo porque nunca afrontas un lie plano, por lo que era un gran reto para mí”, declaró el año pasado. “Antes de este torneo contábamos con dos semanas libres y me aseguré de practicar muchos lies a los que no estoy acostumbrada. En general, he trabajado duro en invierno para llevar mi juego al siguiente nivel y estoy muy contenta por cómo estoy jugando esta temporada”. El resto, como se dice, es historia. Recari finalizó novena en esa edición y este año lleva ya dos victorias en el LPGA Tour.
Su trabajo se vuelve a reflejar una vez más esta semana. Si se demanda solidez, Beatriz responde, si hay que mover la bola, también. Su putter, además, está muy afilado, como bien se pudo contemplar en la pasada Solheim, por lo que los buenos resultados se suceden uno tras otro. Cuatro birdies y dos errores en esta primera jornada del Evian Championship le permitieron terminar con 69 golpes, en décima posición. Solo cuatro le separan de la líder.
Mika Miyazato también es una jugadora que se ha caracterizado por ser muy consistente, incluida también la parte mental. No parece sonreír o disgustarse cuando las cosas se tuercen, simplemente va siguiendo un concienzudo plan de juego, hasta las últimas consecuencias. Cuando le sale el día, es para echarse a temblar. En un recorrido muy poco apto para encadenar aciertos, la japonesa acumuló siete birdies. ¿Cómo lo hizo? Cogiendo todas las calles y fallando solo dos greenes en regulación. Su menos seis fue el mejor resultado del día, aunque varias estuvieron a punto de igualarlo.
Suzann Pettersen, inmersa en un estado de gracia durante todo el año y reconciliada de nuevo con su juego corto firmó un 66 (menos cinco) e igualó a la incombustible Se Ri Pak y a Sandra Gal, que entregaron su tarjeta durante el turno de mañana. Christina Kim resurgió de un lugar desconocido para situarse quinta con menos cuatro, mientras Karrie Webb, Michelle Wie, Lindsey Wright y la peligrosísima Lydia Ko se han situado sextas con menos tres. El margen de error en este campeonato es diminuto y las diferencias en la tabla son relativas: todo puede irse a perder muy rápido.
Azahara Muñoz firmó 70 golpes y se ha situado vigésima con menos uno, a un solo impacto de las diez primeras. Belén Mozo ha comenzado con un 75 (más cuatro), meritorio si se comprueba que terminó con tres birdies en sus últimos cuatro hoyos. Carlota Ciganda no pudo hacer lo mismo y terminó la jornada con más siete.
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