Las flamantes campeonas de la primera edición de la International Crown eran a buen seguro ayer las mujeres más felices del mundo al lograr este triunfo en un torneo de nuevo cuño pero con visos de convertirse en un clásico en el calendario, el paso definitivo para un equipo de jugadoras que lo han ganado todo como amateurs y que siguen haciendo historia poco a poco en el mundo profesional.
Desde el comienzo de la semana, los que las conocemos sabíamos que a match play las nuestras son muy duras y solo Estados Unidos ha podido poner contra las cuerdas a un grupo que ya forma parte de la historia viva de este deporte, dentro y fuera de nuestras fronteras. España no era el país favorito, pero ni por asomo eso les hizo sentirse inferiores porque sabían que a match-play tienen pocos rivales.
«Siempre hemos jugado y ganado juntas. Creo que sabíamos que teníamos esa ventaja sobre otros equipos. Aunque no veníamos como favoritas en la clasificación, sabía en lo más profundo de mi corazón que tenemos lo que hacía falta para ganar», afirmaba una Belén Mozo que se ha erigido como la líder en el campo merced a una actuación inconmensurable durante toda la competición.
La gaditana, con la humildad y el compañerismo que le caracteriza, quiso alabar la labor de sus compañeras, sin las que esta victoria habría sido imposible.
«No es justo decir que yo haya sido la número uno. Todas somos superestrellas y todas hemos tenido el rol de número uno», concluía Mozo.
Las españolas llevan compitiendo a gran nivel en match play desde una edad muy temprana, lo que ha ido forjando poco a poco ese carácter competitivo que les hace prácticamente invencibles en una modalidad muy complicada. Carlota, la jugadora española más laureada en el ámbito amateur, confesaba su debilidad por una modalidad que tan buenos resultados le ha dado.
«Me encanta el match play y amo jugar por mi país», afirmaba una Carlota Ciganda que mostrando un juego espectacular pasó como una apisonadora sobre su rival, la coreana Na Yeon Choi.
Todas se ponen de acuerdo en señalar la grandeza de este torneo, que les ha dado la oportunidad de competir, una vez más, bajo la bandera que las vio nacer y de la que tan orgullosas se sienten.
«Creo que no podría encontrar las palabras que se acercaran a explicar lo que esto significa para nosotras. Sentimos la bandera y nuestra sangre hierve cuando la vemos y oímos el himno nacional» , afirmaba Beatriz Recari.
«Todo el mundo en casa nos está apoyando. Estamos muy orgullosas de ser españolas y jugar por nuestro país es muy especial. Como profesionales no podemos jugar por España, así que quiero dar las gracias por esta oportunidad porque esta semana ha sido mucho mejor de lo que ninguna podría llegar a imaginar», concluía una Azahara Muñoz visiblemente emocionada durante toda la semana por el orgullo que ha supuesto llevarnos hasta lo más alto del golf mundial femenino.
Esta generación de jugadoras no ha salido de la nada, sino que es el fruto de tantos y tantos años de buen trabajo que culminan en este tremendo reconocimiento.
«La razón por la que somos tan buenas es porque la Federación Española nos ha apoyado desde el minuto uno. Tenemos un programa increíble y hemos crecido jugando juntas en campamentos y torneos por toda Europa. Tenemos los mejores entrenadores y la mejor meteorología. Esa es la razón por la que no solo nosotras somos buenas, sino también lo son las que vinieron delante y las que vienen por detrás», afirmaba una Belén Mozo que quería reconocer la crucial labor de la Real Federación Española de Golf en el desarrollo de estos tremendos talentos.
Este importante triunfo a buen seguro que tendrá la repercusión que se merece, y empezaremos a valorar y a apoyar más a una generación de oro que ha llevado al golf femenino español al escalafón más alto del mundo, superando a las grandes potencias que han visto como una apisonadora roja y amarilla daba al traste con cualquiera de sus opciones.
«Espero que con lo que hemos hecho hoy, las niñas que lo hayan visto hayan decidido que quieren estar aquí y levantar el trofeo por nuestro país», afirmaba Beatriz Recari confiando en que esta victoria le dé al golf femenino amateur el empujoncito motivador que le hace falta.
Si hoy una niña, inspirada por la hazaña de nuestras heroínas, decide coger los palos de golf y perseguir su sueño, todo el esfuerzo que han hecho estas luchadoras habrá merecido la pena.
Deja un comentario