Cuando llegan los rigores veraniegos, en plena canícula, los cerebros se reblandecen y esto, de algún modo, acaba reflejándose en nuestra actividad diaria. Sí, queridos lectores, este párrafo introductorio huele a «perdonen ustedes, pero es que no doy para más», unido a «no me puedo creer estos tres vídeos con los que me he topado» (o, si nos ponemos taurinos, que me han topado a mí). Convendrán con nosotros en que los tres, cada uno de su padre y de su madre, están unidos por ese bonito e indefinible espíritu WTF (pinchen en el enlace para ver la definición), ese escurridizo acrónimo anglosajón que podría traducirse por: «Pero ¿qué coj…?». Así que, sin más dilación, entremos en materia.
No se pierdan el indescriptible artilugio inventado por el inquieto Joe Bardzilowski y comercializado por la empresa Wunderbrush. Por apenas 24,99 $ podrán comprarse el maravilloso Scrub Hub, un cacharro pensado para limpiar las estrías de los palos o los clavos de los zapatos… pero a mí la escena de la batalla de cuádrigas entre Mesala y Ben-Hur no se me quita de la cabeza.
Ya hace unos meses nos declaramos fans absolutos de Tiffany Joh, esta jugadora del LPGA Tour que comparte patrocinador con la española María Hernández (el club californiano Maderas Golf Club) y que se ha convertido en un fenómeno mediático gracias a sus descacharrantes vídeos.
En esta ocasión, Joh cuenta con la colaboración de un buen número de jugadoras encabezadas por Cindy Lacrosse y Michelle Wie en esta versión del All I Do Is Win de DJ Khaled.
No, por suerte no hablamos de incendios… En este reportaje psicotrónico que se emitió hace tres años en el News Channel 7, el intrépido Rich Klindworth nos muestra el sofisticado vehículo que se utiliza en el Sherwood Forest Golf Course: ¡llamas! Pese a la fama que tienen de francotiradoras salivares, las llamas se muestran dóciles y parecen sobrellevar con tranquilidad el trabajo de caddie. Aunque no se espera de ellas que lean caídas o den distancias, quizá se las pueda entrenar para dar buena cuenta del rough…
Y si las llamas se revolucionan, no hay más que seguir los doctos consejos de Monty Python para salir del apuro…
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