Siempre es bonito lograr hazañas similares a las que han logrado tus ídolos en el pasado. Y si tu ídolo es el próximo capitán de la Ryder Cup y puedes impresionarle emulándole, mucho mejor. En 1980, Tom Watson se convertía en el segundo jugador de la historia en ganar el HP Byron Nelson dominando de principio a fin y 33 años más tarde, Keegan Bradley puede conseguir lo mismo si consigue mantener la ventaja de un golpe con la que afrontará la última jornada del torneo como líder con un -13 total.
Se encuentra cómodo Bradley en el recorrido de TPC Four Seasons. En 2011 ya consiguió levantar el título y esta vez lleva tres rondas por debajo del par del campo, incluyendo un 60 de la primera jornada. Ayer sábado, en condiciones ventosas, volvió a jugar en números negativos con un 68 (-2), suficiente para sacar un golpe de ventaja al que será su compañero de viaje el domingo, el surcoreano Sang-Moon Bae (-12), a dos de Tom Gillis (-11) y a tres de Scott Piercy (-10). «Ha sido una de las vueltas más sólidas del año teniendo en cuenta todo lo que ha habido», afirmaba el líder refiriéndose al omnipresente viento en la jornada de movimiento.
La ventaja de tres golpes adquirida en la primera vuelta y mantenida durante el viernes se vio reducida a tan solo un golpe este sábado en el que por tercer día consecutivo, Bradley hizo bogey en el hoyo 18. Comenzando la tercera jornada, tenía dos espinas clavadas que eran el hoyo 1 y el 18, completados todos ellos en bogeys durante los dos primeros días. En el 1 firmó el par por fin, pero la redención no pudo ser completa ya que en el último hoyo del recorrido, volvió a pegar un mal drive que esta vez coqueteó más con el obstáculo de agua del 18.
En los primeros días la opción había sido apoyarse por la derecha, no queriendo saber nada del lago de la izquierda y esta vez tomó una decisión más agresiva que le mantuvo en vilo durante unos minutos. Tras acabar su tercera ronda confesó que según su percepción, pensaba «que estaba en el agua». Finalmente ésta se mantuvo seca pero aterrizó detrás de una roca, obligándole a recuperar calle sin ganar apenas metros con su segundo golpe. Desde ahí se quedó corto en su búsqueda del green y aunque casi emboca con el putter para salvar el 4, se despidió con un resultado que hoy, si la situación llega igualada al final, podría costarle el título.
Muy diferente fue el final del que será uno de sus principales rivales en el domingo. Gillis venía de hacer su primer bogey del día en el 17 y acababa en bunker de green en el 18 tras su segundo golpe. Sin embargo, acababa a lo grande, embocando desde la arena para hacer un 67 (-3). Fue una acción que según el protagonista «hará que la cena sepa un poco mejor». Con este raro birdie, mantenía su 100% en pares (o mejor, en este caso) salvados desde la arena. También con sus números de 28, 24 y 23 es el primero en la clasificación de golpes ganados con el putt, una estadística que le ha mantenido alejado de la pelea por la victoria en otros torneos, ocupando la posición 101 en este apartado en la temporada 2013.
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