En un día marcado por la emoción en los duelos decisivos de los jugadores con opciones en el Cadillac Match Play, la intensidad alcanzó niveles casi sin precedentes en el golf profesional en un cruce en el que sus protagonistas, Keegan Bradley y Miguel Ángel Jiménez, se jugaban poco más que el honor de marcharse de San Francisco con una victoria en el zurrón.
El estadounidense y el malagueño acabaron enzarzados en un duro intercambio de palabras, que por momentos pareció a punto de ir a más, mientras jugaban el último hoyo de su partido. Según captaron las cámaras de Golf Channel, Jiménez estaba comprobando la corrección de un dropaje del estadounidense a la izquierda de la calle del 18 (ya que en el 13 no se había quedado conforme con otro dropaje similar). Mientras Jiménez hablaba con el árbitro, Bradley empezó a perder los nervios y, como puede verse en las imágenes adjuntas, ya le dijo un par de veces de malas maneras al español que se fuera su bola. A continuación, Steve «Pepsi» Hale, el caddie de Bradley, interrumpió en dos ocasiones al de Churriana en tono desafiante (le decía si le estaba hablando a Bradley o al árbitro, y luego imitó el acento de Jiménez) mientras el español intentaba explicarle lo ocurrido al árbitro. En ese momento, el de Churriana le dijo que se callara y no se metiera en la discusión, momento en el que Bradley se dirigió a Jiménez con cajas destempladas y se situó pegado a la cara del español mientras le voceaba diciéndole que no mandara callar a su caddie y que se marchara de allí y se fuera a su bola, en una situación impropia de un torneo profesional.
Jiménez, independientemente de la validez de su reclamación, mantuvo la calma tanto en ese momento como en el green del 18, cuando después de su triunfo le dio la mano y quiso hablar con un Bradley que intercambió unas pocas frases con él y le dejó con la palabra en la boca. Hale, por su parte, se negó a despedirse del español con el preceptivo apretón de manos. Posteriormente, la discusión continuó en el vestuario.
«Estos chicos son competidores de primera y tienen mucha personalidad, y se juegan mucho. Tienen mucho orgullo y tuvieron un pequeño altercado ¿Crees que alguno de los dos quería perder? Por supuesto que no», declaraba posteriormente Mark Russell, vicepresidente de reglas y competiciones del PGA Tour. «No por eso está bien. Es un juego de caballeros, pero de vez en cuando hay acaloramientos y por desgracia es lo que ha pasado».
Jiménez restó importancia al incidente en sus declaraciones posteriores y dejó claro que para él el asunto quedaba zanjado.
«Ocurriera lo que ocurriese, ya ha acabado. No pasa nada. Está bien. No quiero hablar de la decisión de reglas. La vuelta ha acabado y ya está», declaraba Jiménez.
Evidentemente, el incidente cobró un protagonismo notable en las redes sociales y las referencias en las redes sociales al combate de hoy entre Floyd Mayweather y Manny Pacquaio fueron inevitables. Hubo jugadores que no dudaron en intervenir, como Sergio García, que mencionó pasados incidentes de Steve Hale con otros jugadores, o Steve Elkington, que recordaba que Jiménez tenía todo el derecho de estar allí y que el caddie no debió interrumpir al español ni meterse en la discusión.
2 comentarios a “Bradley y Jiménez se enganchan en Harding Park”
Bien por Jiménez, por saber guardar las composturas , me parece correcto que si no lo tiene claro ( el dropage ) lo consulte o verifiqué con los jueces .
este Keegan Bradley se acalora demasiado, ya en la penúltima Ryder mostraba sus malas maneras
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