Se dice que para ganar un torneo en un links es necesaria una habilidad añadida. No se trata solo de calcular distancias a la perfección, coger una calle tras otra o tirar el putt perfecto, es necesario más. Porque un bote en calle puede terminar en el rough o porque un golpe que bote en bandera es susceptible de caer en un bunker. Las situaciones que pueden llegar a darse son imprevisibles, pero si el campo está duro. Esta semana Royal Lytham está húmedo y blando, es decir, más noble, y el jugar como una máquina capaz de repetir una y otra vez el mismo swing desemboca en buenos resultados.
Ahora bien, es difícil alcanzar ese nivel de precisión, y Brandt Snedeker no solo lo está consiguiendo sino que además lo hace con una facilidad insultante. La sublimación de la estrategia. Snedeker se coloca a la bola y pega el golpe que tenía en mente sin contemplaciones, y ya lleva dos días jugando un Open Championship sin cometer un solo bogey. Cuatro birdies el primer día, seis el segundo, ningún fallo. No es de extrañar que encabece la clasificación al final del turno de mañana con diez golpes bajo par, igualando el mejor resultado de la historia de este torneo en dos jornadas (Nick Faldo en 1992, Muirfield). Las claves, en sus propia palabras: “Uno, estoy sano. Dos, adoro jugar al golf aquí, aunque mis registros no sean muy buenos”.
Con el recorrido tan blando, el turno de tarde se antoja más complicado con el putter en las manos. Pequeñas irregularidades cerca de los hoyos comienzan a cobrar protagonismo y una buena lectura no tiene porqué desembocar en una bola que entra, sino en la inseguridad en los greenes. No se esperan resultados tan bajos como los de ayer y por eso, casi con total seguridad, Snedeker se acostará esta noche como líder del Open Championship. Dos días en un links pueden ser tremendamente largos, y más si se piensa en mantener el resultado en vez de atacar.
Por eso la cifra que ha marcado Luke Donald en casa club no es ni mucho menos definitiva para sus opciones esta semana. Sus 68 impactos le colocan con dos bajo par, a un mundo del liderato que contempla desde la esperanza de haber firmado cinco birdies en su tarjeta, y de que su rendimiento en los greenes ha mejorado ostensiblemente. El número uno depende tanto de su acierto en este área como Snedeker de su contundencia de tee a green, y las dos últimas jornadas contará con un aliciente: la vuelta de su caddie tras el nacimiento de su hija.
Con la mayoría de aspirantes todavía en el campo, dos jugadores se encuentran en segunda posición provisional junto a Donald: Steve Stricker y Steven Alker. Con un impacto más han finalizado la segunda jornada Carl Petterson, Simon Dyson, Toshinori Muto, Peter Hanson y Andrés Romero.
Con el corte provisional en dos sobre par, Gonzalo Fernández-Castaño tendrán la opción de mejorar su mas uno global durante el fin de semana. Pablo Larrazábal estará muy pendiente de esta evolución porque si los resultados son bajos durante la tarde, su tres sobre par no sería suficiente, y se quedaría fuera junto a Álvaro Quirós, que ha finalizado con 75 impactos y un global de mas nueve.
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