Los tres últimos ganadores del Masters de Augusta partirán este domingo con posibilidades de victoria en el Memorial Tournament en el que lidera Bubba Watson tras su 69 (-3) de ayer. El zurdo, que buscará conseguir su primer triplete de victorias en una temporada, saldrá con tres golpes de ventaja sobre Adam Scott (68 golpes) y cuatro sobre Charl Schwartzel (67 golpes).
A pesar de que los máximos perseguidores de Watson a falta de 18 hoyos son Scott Langley a un golpe y Hideki Matsuyama a dos, el verdadero aliciente del torneo estará en ver este posible duelo entre chaquetas verdes. Un duelo en el que perdió terreno un Paul Casey, referencia en Murifield Village tras 36 hoyos, que sucumbió a la jornada del movimiento firmando diez golpes más que en sus dos primeras vueltas. El 76 (+4) del inglés le relega a la quinta plaza con -8 pero éste se niega a dar por perdido el torneo. «He hecho unos cuantos birdies en este campo los dos primeros días. Si hago unos cuantos mañana, veremos qué pasa», declaraba ayer.
A base de birdies es precisamente como Watson dio la vuelta a la situación desde los primeros compases de la tercera jornada. En el tramo del 2 al 7 apuntó todo birdies en su tarjeta excepto un fallo en forma de bogey en el 4. De este modo se subió al liderato por primera vez en el torneo para no abandonarlo jamás.
Según el propio Watson, es simplemente una cuestión de madurez. «Éste es mi noveno año en el Tour y ahora pienso mejor en el campo. Eso significa pegar mejores golpes, coger más greenes, coger más calles, patear algo mejor este año… y cuando mezclas todo, se convierte en mejores resultados».
Bubba aplicó a la perfección su fórmula secreta sobre el campo de Muirfield Village destacando particularmente en la estadística de greenes en regulación donde ocupa la quinta plaza. Y eso que en sus anteriores visitas a este campo al que no ha faltado desde su temporada como rookie, sus resultados no habían sido para tirar cohetes. Ahora, sin embargo, es el mejor posicionado para llevarse una victoria que le pondría como líder de la FedEx Cup.
Con todas las miradas puestas en él tras conocerse la noticia de que el FBI le sigue la pista por un supuesto caso de tráfico de información privilegiada, Phil Mickelson entregó un 72 (par) en una vuelta con dos bogeys en los tres últimos hoyos. Su comparecencia ante los medios tuvo poco de golf. El de San Diego reconoció que el FBI se puso en contacto con él tras su primera vuelta en este torneo y aseguró no estar especialmente distraído en el campo a raíz de estos asuntos. «Sinceramente, no he hecho nada malo,» se defendió.
También fue un día complicado, únicamente por razones deportivas, para Gonzalo Fernández-Castaño. El madrileño descendió a la penúltima plaza de la clasificación tras entregar un 79 (+7) que incluyó dos dobles bogeys, tres bogeys y solo dos birdies.
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