Bubba Watson firmó un 67 en la jornada final del Farmers Insurance Open para imponerse por un golpe a Phil Mickelson en un emocionante duelo de zurdos que llegó hasta el green del 18 del recorrido sur de Torrey Pines. Tiger Woods, desdibujado el fin de semana, cerró su participación en el torneo con un 75 final que le llevó a un cuadragésimo cuarto puesto inédito para el jugador californiano en este campo.
Watson, uno de los jugadores más creativos del PGA Tour y de los pocos bombarderos que ha conseguido escapar a ese estereotipo (basta con recordar su espectacular slice con el driver desde la calle en la primera ronda del Hyundai Tournament of Champions), ha conseguido imponerse en un recorrido famoso por su dureza y que albergó en 2008 el histórico US Open que ganó un Tiger Woods lesionado a Rocco Mediate y reventó Torrey Pines aprovechando su longitud desde el tee en los pares 5 (-13 a lo largo del torneo).
Watson no tardó en tomar el mando del torneo después de que Bill Haas y Hunter Mahan se difuminaran en los primeros compases de la cuarta vuelta y libró un duelo a dos bandas con el venezolano Jhonattan Vegas (que ahogó sus aspiraciones en el “Devlin’s Billabong”, el obstáculo de agua que custodia el green del 18 en el recorrido sur de Torrey Pines) y con Phil Mickelson.
Aunque sorprendió la decisión del zurdo de Arizona de no ir a por el green en el 18 (poco después Watson embocaba su putt para birdie y se situaba a dos golpes), Mickelson lo intentó hasta el final y llegó a enviar a su eterno caddie, Jim “Bones” Mackay a que le atendiera la bandera para intentar embocar un postrero y salvador eagle desde la calle (dio un golpe magistral y se quedó apenas a un metro). Mickelson parece despejar de un plumazo las dudas que suscitó su juego durante la temporada pasada.
Además de la victoria de Watson y el gran papel de Mickelson, el Farmers Insurance Open ha servido para reivindicar a la nueva generación de jugadores estadounidenses, magníficamente representada en la clasificación por Dustin Johnson (tercero junto al venezolano Vegas), Rickie Fowler, Anthony Kim, Hunter Mahan, Bill Haas y Nick Watney (espectacular su -9 de la última vuelta).
Watson, emocionadísimo al final del torneo al recordar a su padre y enviar un saludo televisivo a su madre, declaró durante l rueda de prensa: “He averiguado que por muchas vueltas que juegues, por muchas veces que ocupes el liderato, o por muchas victorias que logres, te sigues poniendo nervioso. Estaba aterrorizado. Amo el golf y me pongo nervioso en todo momento”.
Tiger Woods, gran dominador de este torneo con seis victorias en su haber, fue perdiendo fuelle a lo largo del fin de semana y quedó muy lejos de la cabeza. El californiano jugará próximamente en Dubái, pero aún no ha anunciado cuándo volverá a pisar los cuidados greenes del PGA Tour.
Con esta victoria, la segunda de su carrera en el PGA Tour, Bubba Watson se mete en el decimoctavo puesto del ránking mundial y en la segunda plaza de la FedEx Cup, tras el sorprendente Jhonattan Vegas, pero más allá de las cifras y de los beneficios económicos, su triunfo en Torrey Pines le ha permitido demostrar al gran público que es algo más que un pegador zurdo que revienta la bola con su driver de varilla rosa.
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