Vamos a plantear una adivinanza. Entre los golfistas que defenderán los colores de su país en la próxima Copa del Mundo que se disputa esta semana en China se encuentra un jugador que, por ránking mundial, es el mejor de su nación y ha sido el primero de sus compatriotas que consigue imponerse en la lista de ganancias de un circuito internacional de gran calado, además de dominar en los últimos años el circuito que se celebra en su país. En este perfil podrían encajar varias de las estrellas que se reúnen en Hainan, pero ¿les sirve para averiguar su identidad que les digamos que tiene prohibida la entrada a Estados Unidos?
Esto es lo que le sucede a José de Jesús Rodríguez, apodado “Camarón” por el color rojo que adquiere su piel cuando le da el sol. Mejor jugador de México, este año ha liderado la lista de ganancias del Canadian Tour y se ha cruzado medio mundo para defender los colores patrios en la World Cup al clasificarse de manera brillante en la previa sudamericana junto a Óscar Serna, después de vivir con frustración cómo le han negado una vez más el visado para entrar en Estados Unidos y participar en la escuela de clasificación del PGA Tour.
Y es que este mexicano de 30 años, natural de Cuchicuato (municipio de Irapuato, estado de Guanajuato) es el primer «espalda mojada» del golf. Nacido en una familia muy humilde, decidió con 22 años entrar en Estados Unidos para ayudar a sustentar a su familia, pero dada su delicada situación económica ni siquiera pudo permitirse contratar a un pollero (traficante de personas que ayuda a cruzar la frontera) y se echó a la sierra y el desierto de Coahuila para acceder al país vecino del norte. Después de ser interceptado por la migra (la policía de fronteras) dos veces y estar perdido una semana en el desierto, consiguió meterse en Estados Unidos y poco después de llegar con lo puesto y sin saber ni una palabra de inglés empezó a trabajar en el mantenimiento de campos de golf, una actividad con la que ya estaba familiarizado porque llevaba desde los 11 años trabajando de caddie en el club de golf Santa Margarita, situado a dos kilómetros de su pueblo, donde le había entrado el gusanillo por el golf cargando bolsas de chaval.
Rodríguez era un jugador amateur notable y con 15 años se impuso en un torneo de caddies en el que le concedieron una invitación para competir con los profesionales en el circuito mexicano patrocinado entonces por Benson, pero no recibió ningún apoyo por parte de su club y ese fue otro de los factores que le llevó a buscar una salida en Estados Unidos años después.
Después de llegar a Arkansas desde Texas, el “Camarón” está tres años trabajando duro y compatibilizando su labor como greenkeeper con sus entrenamientos a hurtadillas, pegando bolas en cuanto se le presentaba la ocasión, pero a raíz de una pelea en la que se ve implicado después de un partido de fútbol que jugaba con otros compatriotas indocumentados, a Rodríguez lo ficha la policía (aunque no lo expulsan de Estados Unidos). Este incidente aparentemente menor tendría una gran trascendencia en su futuro.
En 2006 regresa a México para cuidar de sus padres y lo invitan a jugar la Gira Negra Modelo (el circuito nacional mexicano). Ayudado por Alfonso Vallejo, empresario farmacéutico al que le había hecho de caddie (y que se hizo cargo de sus gastos además de darle dinero para la manutención de su familia), se hace profesional, contrata a un instructor y en 2007 consigue el título de novato del año en dicho circuito.
Posteriormente, y gracias a su título de mejor jugador del año en 2008, da el salto al Canadian Tour pero cuando va a tramitar el visado para disputar un torneo en Estados Unidos se lo niegan. Pese a la documentación aportada acerca de sus hazañas golfísticas en México y Canadá, en el consulado de Estados Unidos de la ciudad de Guadalajara no se creen que haya podido tener tanto éxito solo dos años después de figurar como indocumentado con antecedentes (¡ay, aquella pelea!) y le vetan la entrada al país, con lo que se pierde una invitación para jugar un torneo del Nationwide Tour en Louisiana.
A partir de ahí, sus éxitos golfísticos han corrido paralelos a las negativas reiteradas de la administración estadounidense. En 2009 compatibiliza la Gira Negra Modelo y el Canadian Tour y a partir de 2010 empieza a conseguir resultados notables en el circuito canadiense (pese a su descalificación por no haber firmado la tarjeta en el Economical Insurance Group Seaforth Country Classic del Canadian Tour 2010 cuando era líder tras conseguir un 61 en la tercera vuelta).
En 2011, además de imponerse en la orden de mérito del Canadian Tour (y eso que no juega en la última prueba, el Desert Dunes Classic, por celebrarse en California) el “Camarón” logra un meritorio 11º en el Abierto de México del Nationwide Tour (que gana Erik Compton), pero no puede aceptar la invitación que le giran para el Chiquita Classic de ese mismo circuito y que se disputó del 14 al 17 de julio en Ohio pese a la intercesión de la Federación Mexicana de Golf.
En la embajada estadounidense les adelantan que primero le otorgarían un permiso provisional para participar en algún torneo y luego analizarían la posibilidad de concederle el visado, pero los trámites no fructifican. Lo mismo sucede meses después, cuando José de Jesús Rodríguez no puede aprovechar el patrocinio ofrecido por Esteban Toledo y la PGA de México, que pagan todos los gastos en la Q-School a los mejores cinco golfistas del ranking de la Gira Profesional Negra Modelo.
Según la ley estadounidense, tienen que pasar 10 años desde su infracción para que José de Jesús Rodríguez pueda seguir los pasos de Esteban Toledo y Lorena Ochoa, jugadores mexicanos que triunfaron en Estados Unidos.
Ocho años después de que el Camarón entrara como ilegal en el país de las barras y estrellas, y aunque el golf es un deporte de largo recorrido, el mexicano siente que sus mejores años como golfista pueden escapársele y solo pide una oportunidad para demostrar lo que vale.
De momento, esta semana puede lucirse en el mejor de los escenarios y ante los mejores rivales en la Omega Mission Hills World Cup defendiendo los colores de su país.
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