Nuestros jugadores han reaccionado muy bien en la segunda jornada del Kazakhstan Open, y cinco de los siete españoles inscritos jugará el fin de semana en el torneo mejor dotado económicamente en la temporada del Challenge Tour. Pese a que el ritmo de la cabeza del torneo se ha reducido respecto a la jornada inaugural, los componentes de la Armada deberán apretar los dientes y remontar si pretenden llegar al domingo con alguna opción de victoria.
Juan Sarasti, Borja Virto y Emilio Cuartero son los mejores clasificados, empatados con -2 en el puesto vigésimo séptimo. Sarasti y Cuartero, como relojes, han repetido su 71 inaugural aunque de forma bien distinta: Sarasti, algo más accidentada, con seis birdies y cinco bogeys; Cuartero, con dos birdies y un bogey. Por su parte, Virto ha conseguido una vuelta libre de bogeys que le habrá sentado muy bien tras los tres tropiezos del jueves (uno de ellos por partida doble).
Gracias a vueltas de -1 y -2 respectivamente, también Sebastián García Rodríguez y Carlos Aguilar han conseguido situarse en el límite del corte, establecido en el par del campo. Por desgracia, ni José Manuel Lara ni Antonio Hortal (ambos empatados con +3 en el puesto 80º) jugarán el fin de semana.
Tras el festival anotador del jueves, récord del campo incluido con -9, hoy el mejor resultado ha sido cuatro golpes peor. Sihwan Kim toma el relevo de Jochim B. Hansen en lo más alto de la clasificación, con -11 y dos golpes de ventaja sobre el sudafricano Shaun Norris y el francés Sebastien Gros. Un golpe tras ellos, Hansen y el también danés Mads Sogaard comparten la cuarta posición con -8.
«Hoy ha sido mucho más duro que ayer», declaró Kim. «El recorrido estaba mucho más firme bajo el sol de la tarde, los greens estaban duros y con las banderas un poco más escondidas, así que ha sido toda una prueba. Mi juego parece estar bien y se adapta bien al recorrido porque al estar tan firme no necesitas coger el driver demasiado. Puedo limitarme a pegar maderas tres e híbridos y luego confiar en el control de la distancia. Necesito seguir en la misma zona. No es un campo donde puedas aspirar a ir realmente bajo, así que tengo que mantener la calma, no frustrarme y ser paciente».
Aunque alejados de las primeras posiciones, hay dos jugadores que hoy probablemente sean los más felices del torneo. Y es que el danés Jeppe Huldahl abría la veda embocando desde el tee en el hoyo 1 (su hoyo 10), un par 3 de 148 metros, para llevarse gracias a ese golpe un Audi A4 y un reloj Perrelet valorado en 101.000 dólares. Media hora después, el holandés Maarten Lafeber embocaba con su hierro 7 desde los 169 metros del hoyo 16, y así se convertía en el radiante propietario de un flamante Audi A6.
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