Jacobo Pastor, amateur madrileño que ha pasado los últimos años compitiendo en la Charleston Southern University de División I de la NCAA, nos relata sus andanzas en el British Amateur. Después de las dos jornadas stroke-play, Jacobo es el mejor español y ha acabado séptimo de 288 jugadores, a solo cinco golpes del primero. Junto a Jacobo, también han pasado a la fase match play Juan Francisco Sarasti, Borja Virto, Toni Ferrer, Marcos Pastor, Carlos Pigem y Emilio Cuartero, que a partir de hoy lucharán en esta modalidad en el campo de Royal Troon.
¡Hola a todos!
A estas alturas ya sabréis que he superado la primera criba del British Amateur y estoy clasificado para la fase match-play. Al final hemos pasado siete españoles y, obviamente, estamos muy contentos. Si os parece, os cuento un poco qué ha pasado en estas dos primeras jornadas y entre esta noche y mañana espero daros buenas noticias de mi primer cruce.
El lunes, en Glasgow-Gailes Links, sobre todo fui a hacer pares en esta primera ronda de medal como me aconsejó mi compañero Juan Francisco Sarasti. Me puse -3 relativamente pronto, iba jugando muy ordenado, pero llegué al 14, un par 5, y pegué un hook tremendo con una madera 3 que me obligó a luchar mucho para salvar el bogey. Luego, en el 17 hice tres putts muy tontos y en el 18 salvé un gran par para acabar -1.
Ayer, en Royal Troon, el viento, en lugar de estar en contra como en la vuelta de entrenamientos, estuvo cruzado de izquierda a derecha todo el rato y nos complicó bastante la vida, porque sopló un poco más que durante las prácticas. De hecho, el corte después de la jornada del lunes estaba en el par y ayer subió hasta el +3, con lo que queda claro lo difícil que se puso el día.
La verdad es que no le pegué demasiado bien a la bola, sobre todo desde el tee con el driver, pero metí putts en hoyos clave y eso fue fundamental. Hice birdie al 3, luego un bogey al 5 (en el par 3), casi la meto para eagle en el 6 desde la calle, corbata para fallar el birdie en el 7 y en el “sello de correos”, el 8, salvé un gran bogey después de coger uno de los bunkers de la derecha con la bola casi injugable. Luego, en la segunda y terrorífica vuelta, hice un buen approach para salvar el par en el 10, en el 11 saqué un buen par con un driver apañado y luego fui haciendo pares (incluido un gran par en el 14 con un putt de 6 metros). Después del par en el 15, un hoyo bastante difícil, y perdí un golpe en el 16 con tres putts, pero pensaba que el corte iba a estar en +1 y +2, con lo que sabía que tenía un par de golpes de margen y había que jugar tranquilo. En los dos últimos hoyos pegué buenos tiros, y aunque no metí los birdies acabé sin apuros.
Aunque estoy muy contento con el séptimo puesto de la general, realmente da igual la posición en que te clasifiques. Estoy pateando muy bien en las distancias intermedias y puede ser la clave. En match-play puedes desquiciar al rival si embocas esos putts y en un links como Royal Troon, en el que pegamos mucho hierro desde el tee y es fundamental la colocación, no es necesario “drivear” tan bien y el putt decidirá. Además, en muchas ocasiones no puedes jugar a bandera y si pateas bien entre 5 y 10 metros tienes mucho ganado.
Hoy me enfrento a un inglés llamado Paul Howard a partir de las 12 (hora local). La verdad es que no lo conozco, pero a estas alturas ya importa poco: en match-play un completo desconocido te puede hacer un -10 y te manda para casa, o también puede hacerte +5. Ahora me tengo que centrar en mi juego y seguir adelante. Hemos visto que la parte de abajo del cuadro hay enfrentamientos bastante complicados, pero a priori no significa nada. Para llegar a la final hay que ganarlos a todos, independientemente de su ranking. La verdad es que llevo desde febrero de 2011 sin jugar un torneo match-play (fue en la NCAA, con mi universidad), pero mi idea es seguir la misma estrategia: si meto putts tengo mucho ganado y en estos días el plan de juego ha funcionado bien, así que no puedo hacer muchos cambios sobre todo sin conocer bien a mi rival.
Y dentro de unas horitas espero estar otra vez por aquí para contaros qué tal me ha ido.
¡Hasta pronto!
Jacobo
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