El PGA Tour vuelve a Texas para su tradicional cita con el Crowne Plaza Invitational at Colonial, cumpliendo así la tercera etapa del Texas Swing que finalizará la próxima semana con el HP Byron Nelson Championship.
Hablar del Colonial es hablar de prestigio y de tradiciones, como corresponde a un torneo que se celebra desde 1946 (el décimo más antiguo en el PGA Tour) en el mismo escenario: el Colonial Country Club en Fort Worth.
La figura del texano Ben Hogan es fundamental en la prestigiosa historia del torneo. Hogan ganó las dos primeras ediciones del Colonial, posteriormente se hizo con el título también de forma consecutiva en 1952 y 1953 para concluir con una quinta victoria en 1959. Esta intensa relación entre el jugador, el torneo y el club se refleja en la estatua de Hogan en el exterior de la casa club y con vistas al hoyo 18, que certifica que el Colonial Country Club es otro de los Hogan’s Alleys (junto con Riviera Country Club y el hoyo 6 de Carnoustie).
El capítulo de las tradiciones se inaugura con el famoso muro de los campeones, Wall of Champions. Construido en 1975, recoge los nombres de todos los campeones desde 1941, como también se encuentran los nombres de todos los campeones desde 1946 en el impresionante Leonard Trophy que reside todo el año en el club. La más colorida de las tradiciones y que utilizamos como colofón de las mismas es la chaqueta a cuadros escoceses de tartán que conseguirá el campeón del torneo y que en 2010 lució con todos los honores Zach Johnson.
El Colonial Country Club es el fruto de la tenacidad de Marvin Leonard, un enamorado del golf que allá por el año 1936 decidió introducir la hierba bentgrass en los greenes de la zona, apuesta arriesgada ante el extremo calor tejano. El proyecto del campo, que se terminó en 1936, es obra de John Bredmus y Perry Maxwell.
En 1941 el campo albergó el U.S. Open con gran éxito y esto fue lo que lanzó al Colonial C.C. como sede habitual del Crowne Plaza Invitational desde 1946 hasta nuestros días, en que celebra ya su 75º aniversario.
El campo, par 70, ha sufrido una significativa remodelación que afectó a bunkers, greenes y tees. Se reconstruyeron las paredes de los obstáculos de agua con piedra de la zona e incluso se reposicionaron estratégicamente algunos árboles. Igualmente, se aumentó la longitud del campo para el torneo hasta alcanzar las 7.204 yardas (6.587 m). Las calles y el rough son de bermuda mientras que los greenes, que correrán a 11 pies y 5 pulgadas en el stimpmeter, son de la anteriormente mencionada bentgrass.
El Colonial Country Club tiene su correspondiente tramo de especial sufrimiento para los jugadores y con un nombre bastante amenazador, Horrible Horseshoe (la herradura horrible). Esta inquietante zona la componen los hoyos 3, 4 y 5, el más difícil de todos. El hoyo 5 es un par 4 de 481 yardas, hándicap 1, que requiere un tiro muy preciso desde el tee para evitar la gran zanja situada a la izquierda de la calle y el río que discurre por el lado derecho. Aún con un buen impacto de salida, el segundo golpe se plantea largo y con un ángulo muy estrecho.
Lo cierto es que este recorrido queda muy bien definido como alley (callejón) y no se domina fácilmente con el driver.
El análisis de la lista de participantes nos lleva a mencionar la Champion’s Choice, otra tradición que habíamos reservado para el final y que consiste en que los antiguos ganadores del torneo votan a dos jóvenes jugadores del PGA Tour que se ganan el derecho a participar en el torneo. Este año tendrán ocasión de hacerlo el australiano Jarrod Lyle y el estadounidense Daniel Summerhays.
En lo que respecta al field de 2011, el Crowne Plaza Invitational pasa por ser un torneo más del calendario del PGA Tour. El “secuestro” de algunos de los habituales del circuito estadounidense por parte del European Tour para que disputen el Volvo World Match Play de Finca Cortesín (Donald, McDowell, Casey, Goosen, Schwartzel, Oosthuizen, Yang, Baddeley o el estadounidense Ryan Moore, entre otros) ha restado interés al torneo. A estas bajas hay que sumar las ausencias por lesión (Tiger Woods, Geoff Ogilvy, Tim Clark) y los descansos de algún que otro candidato importante (Steve Stricker, Bubba Watson o Dustin Johnson).
Aun así, los 6.200.000 $ que el torneo reparte en premios (1.116.000 $ para el ganador), garantizan la presencia de otros destacados jugadores habituales del circuito.
El primero de todos ellos Zach Johnson, que el año pasado consiguió la victoria y sus 21 bajo par se convirtieron en record del torneo. Johnson no está teniendo una temporada demasiado destacada, pues su mejor puesto fue el sexto en el Wells Fargo y es sexagésimo segundo en la FedEx Cup, lejos de las estadísticas del 2010 donde fue décimo en calles cogidas y primero en greenes en regulación.
Con él estarán sus compatriotas Hunter Mahan, que al contrario que Johnson se ha asomado al top ten en seis torneos esta temporada, incluida su sexta plaza la semana pasada en el TPC Sawgrass. David Toms, casi ganador en The Players y actualmente segundo en el Tour en calles y greenes en regulación fue decimotercero en Colonial el año pasado. También Steve Marino, Kevin Na, Matt Kuchar y un largo etcétera de jugadores estadounidenses de los que conforman la clase media que está consiguiendo sorprendentes victorias en 2011.
Sergio García encabeza la breve lista de jugadores europeos presentes en Texas. Sergio viene de firmar un notable decimosegundo lugar en The Players y, por fin, con buenas sensaciones en la última vuelta. Si consigue llevar esas buenas sensaciones al terreno de la consistencia puede estar muy arriba en este torneo que ya ganó en 2001. Los suecos Stenson, Johnson, Karlsson y Jacobson, noveno en el Arnold Palmer y quinto en el Texas Open, son, junto con el escocés Martin Laird, ganador del Arnold Palmer y cinco top ten esta temporada, el inglés Brian Davis y el alemán Alex Cejka, la alternativa europea.
Los australianos tienen en Jason Day su buque insignia. De los diez torneos disputados en el Tour ha quedado entre los diez primeros en cinco ocasiones, destacando su sexto puesto la semana pasada y el segundo puesto empatado en el Arnold Palmer con su compatriota Adam Scott, que no consiguió pasar el corte en The Players (el tercero que falla en los ocho torneos en los que ha participado).
El fidjiano Vijay Singh solo consiguió la trigésimo tercera plaza en Colonial en 2010 y los resultados tan irregulares de este año abren un gran interrogante sobre sus posibilidades: cuatro cortes fallados y tres top ten.
Ángel Cabrera, séptimo en Puerto Rico y en el Masters, y Andrés Romero, octavo en el Zurich Classic, pondrán el acento latino en Texas.
Canal+ Golf retransmitirá en directo el Crowne Plaza Invitational a las 21 horas del jueves 19 hasta el domingo 22.
Más información sobre el Crowne Plaza Invitational at Colonial en la web del PGA Tour.
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