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Cuando los hoyos se convierten en estadios

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Enrique Soto | 02 de febrero de 2013

Stephen Gallacher firmó una tarjeta con 63 golpes el jueves, corroborando su mejor vuelta en más de cuatrocientas apariciones en el Circuito Europeo. Nueve bajo par, señalaba la clasificación. El festival de birdies en el que se convirtió el Omega Dubai Desert Classic no había hecho sino empezar, y tras una segunda jornada algo más dura por el viento, las facilidades volvieron a aparecer en el tercer día de competición. Una fina lluvia dejó el campo blando y vulnerable, y Gallacher jugó de incluso más agresivo que en la primera jornada. “Los pares son errores”, parecía pensar. Su resultado, de 62 golpes, decía lo mismo.

La confianza que muestra ahora mismo el escocés ha convertido los hoyos del Emirates Golf Club en estadios, donde es posible embocar putts con los ojos cerrados. Para muestra, sus dos eagles en el día. El primero llegó en el hoyo 13, en el que tras un drive descomunal solo necesitó de un hierro 8 para llegar al green. Casi hace un albatros. El segundo fue incluso más representativo de su forma de atacar el campo. Desde un bunker del 18, a algo más de 30 metros de bandera, afrontó uno de los golpes más complicados que existen en golf. Su bola aterrizó suavemente debajo de la bandera. Seis birdies más hicieron el resto para que lidere con autoridad el torneo. Tres golpes sobre Richard Sterne, cinco sobre Thorbjorn Olesen y siete sobre un grupo de jugadores (Singh, Fleetwod y Aguilar) que ayer parecían tener una buena oportunidad de victoria.

A veces ocurre así. Un jugador ve tan claramente el camino que debe seguir la bola hacia el hoyo que arrasa recorridos, dejando a sus rivales con un gesto conformista y con la esperanza de que falle en los momentos decisivos. Y es lo único que le queda a Gallacher para conseguir su segunda victoria en el circuito. Todo depende de él. Ni el buen juego que ha desplegado Stern esta semana (menos dieciocho en tres días) ni la sorprendente ambición del joven Olesen (segundo hace unos días, tercero esta semana) han podido alcanzar a un jugador que desprende seguridad a raudales. “He pateado muy bien y también he pegado al driver genial”, declaró el líder al finalizar su vuelta. “Solo intenté conseguir tantos birdies como pudiera. Conozco bien este campo porque vengo en vacaciones con mi familia. Sé dónde pegarle y cómo leer las caídas”.

Steve Webster, Maximilian Kieffer y un Lee Westwood que se las prometía muy felices tras realizar 66 golpes completan el top 10 en Dubái. No fue el mejor día para los españoles que compiten esta semana. Sergio García firmó un 71 que le sitúa decimonoveno con menos diez, mientras que Rafael Cabrera-Bello e Ignacio Garrido hicieron 69 y 70, respectivamente, y son vigésimo quintos con menos nueve. Que no les engañe la brillante actuación de Gallacher, porque tienen el top 10 muy cerca, en menos once. José María Olazábal es trigésimo primero con menos ocho, Jorge Campillo trigésimo octavo con menos siete y Pablo Larrazábal quincuagésimo noveno con menos cuatro.

El líder roza su primera victoria en nueve años y el campo está fácil. Si por algún momento cree que tiene que defender su resultado, los candidatos a superarle mañana se multiplicarán a lo largo de la tarde.

Resultados completos