Al final de la segunda jornada Jeff Maggert apuntaba que, de seguir el torneo así, unos treinta o cuarenta jugadores tendrían opciones de victoria. Y no le faltaba razón. Encarando la última y definitiva vuelta del FedEx St. Jude Classic tres jugadores lideran con seis bajo par, pero el grupo que viene por detrás es numeroso y las sorpresas pueden ser múltiples de cara al que probablemente sea el domingo más abierto en lo que llevamos de temporada en el PGA Tour. Nick O’Hearn, John Merrick y Davis Love III partirán con un golpe de ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores.
En el caso del capitán del equipo americano para la Ryder Cup, al ser preguntado por lo que supondría una victoria en Memphis fue muy certero al responder que se llevaría “muchos puntos para la Ryder”. Pero aunque pueda sonar a broma, el juego del estadounidense ha subido de nivel desde que las lesiones le están dejando liberar su swing. La pasada semana en The Memorial terminó empatado en la decimosexta posición y poco después se desplazó a Ohio para disputar la previa del U.S. Open, para el que consiguió clasificarse. Ser capitán de la Ryder no le está privando de sacar su mejor juego desde hace años y junto a Merrick y O’Hern, encabezan el torneo con un resultado más alto después de 54 hoyos en lo que llevamos de año.
Y si el nombre del día durante la segunda jornada fue Rory McIlroy, en la tercera el gran protagonista ha sido Dustin Johnson. En su segunda participación en el circuito después de pasar dos meses y medio recuperándose de una lesión en la espalda, se encuentra en segunda posición con cinco golpes bajo el par, a solo uno de los líderes. Un comienzo de año muy complicado para un jugador que se antoja clave en el equipo de Love III en Medinah y que ya ha tenido opciones claras de ganar un major hasta en dos ocasiones. Su vuelta a la competición fue más que aceptable en The Memorial, con un decimonoveno puesto y su progresión de cara al U.S. Open de la semana que viene será positiva si consigue una última vuelta bajo par. En las condiciones en las que se están jugando en Memphis, eso además podría suponer su sexta victoria en el PGA Tour.
Rory McIlroy tuvo un día muy duro en el TPC Southwind. A pesar de mantenerse con opciones de victoria se pudo volver a ver al Rory errático de las últimas semanas, capaz de hacer hasta seis bogeys en su vuelta. El norirlandés parece haber adquirido malos hábitos y su participación en este torneo parece un intento por controlarlos y evitar que salgan en mitad de sus vueltas. El margen de error esta semana es limitado pero tal y como se ha preparado el Olympic Club para la semana que viene, allí no tendrá opciones. Mañana tendrá una gran prueba por delante para comprobar cómo se maneja con su movimiento bajo una presión mayor, el que sería su segundo triunfo esta temporada.
Junto a Johnson y McIlroy se encuentran Robert Allenby, Kevin Kisner, Chad Campbell y Kevin Stadler con cinco bajo par, mientras que J.B. Holmes se encuentra con menos cuatro. Todos ellos tendrán sus opciones en una jornada final muy abierta y en la que no se descartan movimientos desde más atrás. Los partidos serán de tres en tres y se han adelantado los horarios de salida para evitar una tormenta que llegará a la zona por la tarde.
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