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Donald vuelve al PGA Tour de la mano de Jack Nicklaus

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Alfonso Martínez | 02 de junio de 2011

El PGA Tour sirve de escenario esta semana para que Luke Donald estrene su flamante condición de número uno de la clasificación mundial en un The Memorial Tournament donde el potente reclamo de Jack Nicklaus se traduce en una de las listas de entradas más potentes de lo que llevamos de temporada regular.

Desde las oficinas de Sawgrass empiezan, por fin, a respirar tranquilos al ver cómo la normalidad se apodera de una anómala situación (siempre desde la óptica yanqui) donde era el Circuito Europeo el que exhibía músculo a través de finales “all english” en los dotadísimos torneos de Finca Cortesín y Wentworth.

Paradójicamente, se podría decir que el exceso de éxito del golf europeo es lo que ha permitido que un miembro del PGA Tour recupere el liderato mundial, algo que no sucedía desde que Tiger Woods fuera destronado por Lee Westwood el pasado mes de noviembre de 2010.

Dos semanas de finales netamente inglesas con desigual resultado es lo que ha posibilitado que Luke Donald se haya encaramado a lo más alto del ránking mundial. Si en el Volvo World Match Play Championship terminaba cediendo ante el empuje de Ian Poulter, en el BMW PGA Championship le sacaba brillo a su juego de wedges y derrotaba en el primer hoyo del desempate a un Westwood que de paso entregaba en bandeja el número uno del OWGR.

Así, Luke Donald desembarca en el Muirfield Village Golf Club de Dublin (Ohio) con la demostración oficial de lo que ya se había convertido en un secreto a voces, el tratarse del jugador más en forma de los dos principales circuitos profesionales. Desde que fallara el corte en su primer torneo del año, el Northern Trust Open de Los Ángeles, el golfista inglés no se ha bajado del top ten de ningún campeonato disputado, ya fuera major, World Golf Championship, flagship o parada regular.

Primero en el WGC Accenture Match Play Championship, décimo en el The Honda Classic, sexto en el WGC Cadillac Championship, cuarto en el The Masters Tournament, segundo en el The Heritage (por segundo año consecutivo), octavo en el Zurich Classic of New Orleans, cuarto en el The Players Championship, segundo en el Volvo World Match Play Championship y primero en el BMW PGA Championship. En total, doscientos setenta y cinco puntos del OWGR, con una media de treinta puntos por torneo y una proyección solo al alcance del Tiger Woods del bienio 2000 – 2001.

Envidiable carta de presentación la de un golfista que aún busca su primer grande y que tiene en el horizonte más cercano la durísima cita del Congressional (The US Open Championship), y sobre todo, el The Open Championship, que desde el 14 al 17 de julio rendirá visita al inglés recorrido del Royal St. George’s.

Sin embargo, antes de que la alargada sombra de los majors cope la actualidad deportiva, debemos continuar con nuestro repaso al The Memorial Tournament presented by Nationwide Insurance, el campeonato por el que la aseguradora estadounidense ha finiquitado su patrocinio de la segunda división estadounidense, y donde el también inglés Justin Rose defiende el primero de los dos títulos que hicieron de 2010 uno de sus años más fructíferos desde el Volvo Masters y la Orden de Mérito de 2007 en el European Tour.

Fundado en 1976 por un Jack Nicklaus que lograba así organizar un torneo del más alto nivel en su localidad natal, Columbia, no sería hasta la década de los noventa y principios del nuevo siglo cuando se reafirmaría en su especial estatus dentro del PGA Tour. El propio Oso Dorado (1977, 1984), Tom Watson (1979, 1996), Hale Irwin (1983, 1985) tendrían el privilegio de escribir las primeras páginas de una trayectoria que en sus treinta y cinco años de historia se debe al cuasi inmaculado registro de Tiger Woods, vencedor en 1999, 2000, 2001 y 2009, y ausente esta semana por la lesión en la rodilla que se produjo durante la primera jornada del The Players.

Al igual que sucede con el Masters y el Augusta National, el The Players y TPC Sawgrass o el Arnold Palmer Invitational y Bay Hill (por mencionar tres ejemplos de diversa índole), si algo caracteriza al Memorial Tournament es su indisoluble relación con su sede, Muirfield Village GC, un parkland de 7.265 yardas, par 72, que todos los otoños es puntualmente actualizado para mantenerse competitivo frente a las constantes evoluciones y mejoras de material.

Greenes rapidísimos (trece pies en el stimpmeter), profundas tumbas de arena y espeso rough son las cartas de presentación de un recorrido que por un lado se descubre como el quinto clasificado con los segundos nueve hoyos más difíciles del PGA Tour, pero que por el otro es el quinto con mayor número de putts lejanos embocados o las calles más fáciles de alcanzar.

En clara oposición a los intentos de Luke Donald y Justin Rose de volver a izar la bandera británica en Ohio, veintidós integrantes del top cincuenta del OWGR lucharán por un primer premio valorado en 1.116.000 $, 500 puntos de la FedEx Cup y más de sesenta puntos del ránking mundial (OWGR).

Phil Mickelson (4º, Shell Houston Open de 2011), Matt Kuchar (7º, la gran esperanza estadounidense, lleva una temporada inédita de victorias pero profusa en top tens, con siete), Charl Schwartzel (The Masters Tournament de 2011), Bubba Watson (Farmers Insurance Open, Zurich Classic de 2011), Nick Watney (WGC Cadillac Championship de 2011) o K. J. Choi (The Players Championship de 2011) son otros de los grandes favoritos al triunfo y donde no tendremos representación española tras la baja de José María Olazábal a consecuencia de los problemas de espalda surgidos durante los entrenamientos del BMW PGA de Wentworth.