El golf no deja de sorprendernos. Cuando parecía que estábamos acostumbrado a ver cosas raras en el campo, Jason Dufner nos regaló uno de los comienzos más extraños de los últimos tiempos en el PGA Tour. En sus ocho primeros hoyos, el americano acumuló un bagaje de dos birdies, un eagle, un hoyo en uno y un doble bogey en Muirfield Village, una sucesión de hechos que sirvieron para cimentar una gran vuelta de 67 golpes que le deja con -11, a uno del resultado del líder del Memorial Tournament, David Lingmerth.
Habiendo conseguido un birdie en su segundo hoyo, Dufner se iba al agua en el 12 (su tercer hoyo) quedando lastrado por un doloroso doble bogey. Su respuesta, un eagle apenas media hora después con un putt de solo dos metros, pero no sería éste su momento más glorioso del viernes. Al hoyo siguiente, en el 16, su hierro 6 acabó con la bola reposando en el fondo del agujero para conseguir un hoyo en uno que le catapultaba en la clasificación. Su segundo eagle del día. El cuarto de la semana.
Es la primera vez que Dufner consigue más de dos eagles en su carrera en el circuito americano. Con su hazaña se ha convertido en el tercer jugador en los últimos treinta y dos años en hacer un hoyo en uno y tres eagles en un torneo del PGA Tour en solo 36 hoyos disputados.
Al líder Lingmerth le costó arrancar, pero cuando lo hizo, fue imparable. Avanzando por el campo de Jack Nicklaus a base de birdies hasta el hoyo 6, el birdie conseguido en el 7 fue solo el primero de un total de siete aciertos en una segunda jornada saldada sin fallos. De este modo, su comienzo en este Memorial contrasta con la tónica habitual del sueco esta temporada, al que varios principios erráticos le han llevado a fallar la mitad de cortes hasta la fecha.
También estará el fin de semana, aunque en la parte baja de la tabla, un Tiger Woods que luchó el viernes contra el resultado del jueves para evitar fallar su primer corte en Muirfield. A pesar de que su juego desde el tee volvió a ser errático en su vuelta de 70 golpes, esta vez compensó este aspecto con unos buenos hierros y acierto alrededor del green. Comenzó con tres birdies en sus primeros cuatro hoyos, suficiente bagaje como para evitar que los dos bogeys de sus dos últimos tres hoyos le dejaran fuera de combate.
Gonzalo Fernández-Castaño sin embargo tuvo un mal viernes y falló el corte a pesar de su buen comienzo en este Memorial Tournament. Tras los 69 golpes del primer día que le hicieron ocupar la vigésimo primera plaza, el madrileño no fue capaz de sumar ningún birdie en la segunda jornada, un lastre que junto a cuatro bogeys y un doble bogey acabó por eliminarle del torneo.
La jornada de este viernes nos dejó también el adiós al PGA Tour del veterano Kenny Perry. Fue una despedida agridulce en el torneo que ha ganado en tres ocasiones y que supuso la primera de sus catorce victorias en el circuito. Un bogey en el último hoyo le hizo fallar el corte por solo un golpe, pero no había tristeza ni en sus palabras ni en su interior. Se declaró preparado para dar el paso y bromeó con las obligaciones que supone en tour americano para alguien de 54 años: “Estoy cansado de despertarme temprano. En el Champions Tour, el primer tee time suele ser a las 10″.
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