El AT&T National se ha encontrado con dos grandes problemas esta semana: la lesión de Tiger Woods y la retirada de Justin Rose, agotado tras ganar el US Open y competir poco después en Connecticut. Las dos principales figuras que iban a acudir esta semana al Congressional Country Club se caían de la lista de participantes, pero tratándose de este recorrido, el golf está lejos de sentir el impacto. “Quería convertirlo en uno de los torneos más duros del PGA Tour”, dijo el número uno del mundo y anfitrión del evento. “El campo se presta a ello”. Este par 71 es uno de los más largos que se juegan a lo largo de la temporada y en 2012 fue también uno de los más complicados a los que se enfrentaron los profesionales.
Para muestra, varias estadísticas: Congressional fue el recorrido en el que menos birdies se hicieron desde el rough (7,92%); el más complicado a la hora de salvar el par alrededor de green y en el que más golpes se hicieron quitando los grandes. No es de extrañar que Jason Day declarara: “Es como si fuera el US Open otra vez. Es más largo y el rough es muy denso”; o en palabras de Bo Van Pelt: “Si hubiéramos jugado aquí hace dos semanas, probablemente podríamos haberlo hecho en un Abierto de los Estados Unidos”. Han pasado dos años desde que Rory McIlroy desnudara este recorrido y batiera a todos sus rivales por un mínimo de ocho golpes, pero esa facilidad aparente se vio muy relativizada cuando Tiger ganó este torneo en 2012 con un acumulado de menos seis. No, Congressional está lejos de ser un campo sencillo.
Las ausencias de los números uno y tres del mundo han dado protagonismo a hombres que llevan rindiendo a buen nivel a lo largo de la temporada, muchos de ellos contendientes habituales en las grandes citas. Es el caso de Hunter Mahan, que hace su sexta aparición en este torneo con resultados muy positivos en el pasado: nunca ha finalizado peor que decimosegundo y fue subcampeón en 2009. Tras jugar a gran nivel en Merion, así como la semana pasada en el Travelers Championship, el estadounidense buscará su primera victoria en 2013. Caso similar es el de Jason Day, tercero en el Masters y segundo en el US Open y todavía buscando su primer triunfo en el PGA Tour desde el año 2010.
Su partido acaparará muchas miradas durante los dos primeros días de torneo, ya que ha sido emparejado junto a Adam Scott y Marc Leishman; tres australianos que lucharon por la victoria en el Augusta National el domingo por la tarde. Precisamente el ganador está luchando para aprovechar al máximo su buen momento de juego. “He tratado de no pensar demasiado en el Masters y hacerlo lo mejor posible el resto de la temporada”, comentó Scott. “Realmente la semana pasada sentí que volvía al mismo punto de concentración, cuando estaba practicando en casa, y fue muy productivo de nuevo, al igual que antes de ganar mi primer grande. Estoy intentando llegar en un buen momento al Open y coger confianza de cara a Muirfield”.
Junto a ellos tres, la lista de candidatos al título es extensa. Desde Ken Duke, ganador la semana pasada en Connecticut, a Brandt Snedeker, Nicolas Colsaerts, Jim Furyk, Rickie Fowler o Bill Haas. Congressional espera en una nueva edición de este torneo con las garras bien afiladas, es decir, largo, con el rough alto y unos greenes muy movidos. Al fin y al cabo, es el escenario de un grande y el ganador aquí podría también vencer en uno muy pronto.
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