Este sitio emplea cookies de Google para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.

Zona Pro

El cielo de Augusta llora a Seve Ballesteros en los pares 3

Carlos Palomo | 05 de abril de 2012

Acabada la cena de campeones en la que el sudafricano Charl Schwartzel ejercía de anfitrión tras su victoria en el Augusta National en 2011, Chema Olazábal tomó la palabra. El ganador de dos chaquetas verdes recordó como no podía ser de otra manera al que fuera su compañero en la pareja más prolífica que se ha visto en toda la historia de la Ryder Cup. En unas pocas horas se daría el pistoletazo de salida del Masters de Augusta 2012, el primero sin el genio de Pedreña. Acabada la cena de campeones, el cielo de Georgia comenzó a llorar a Seve.

Lo hizo con emoción. Una tormenta nocturna fuerte y con pasión que, refugiada en el anonimato y la carta blanca que otorga la oscuridad de la noche, dejó ver sus efectos con los primeros rayos de luz. La entrada del público se retrasó para que varias decenas de operarios arreglaran a marchas forzadas los desperfectos causados por la inmisericorde meteorología. Los más damnificados, además de algunos bunkers convertidos en improvisadas piscinas, algunos viejos árboles testigos de grandes momentos de la historia del golf. Alguno de ellos fue a parar a uno de los baños habilitados al lado del hoyo 16.

Aun así, la fiesta de los pares 3 pudo empezar sin problemas a la hora prevista. El Masters es especial en parte por este torneo que junta en apenas 9 hoyos a favoritos, amateurs debutantes, ex ganadores y jugadores retirados de la competición. Todo ello enmarcado en, como no, un escenario de lujo en el que público, jugadores y caddies son parte indispensable de la jornada.

Uno de los alicientes para los miles de espectadores que llenan (más todavía) de colores las gradas naturales del par 27 del recorrido de los pares es ver un hoyo en 1. Hasta la fecha, desde su primera edición en 1960, ha habido 73, cifra ampliada en esta edición hasta el 75 gracias a la fortuna y el buen hacer de Mark Wilson en el 4 y Thomas Bjorn en el hoyo 9.

Uno de los compañeros de partido del gran danés, Padraig Harrington, completó los nueve hoyos de exhibición en un resultado de 22 (-5) que le otorgaría el liderato en un primer momento y la victoria, compartida, más adelante. Jonathan Byrd igualaría minutos más tarde su registro con un birdie en su último hoyo que le permitía compartir la primera plaza junto al irlandés. Nadie la superaría, ya que poco después del final de éste último, el juego se vio suspendido por riesgo de tormenta eléctrica y finalmente cancelado ante las aciagas previsiones. El cielo daba la razón a los mandamases del Augusta National con la llegada de nuevas lluvias.

Dadas las circunstancias, ambos jugadores serán reconocidos como sucesores de Luke Donald, ganador en 2011 de este torneo de pares 3. Una edición que será recordada por su incompleta versión en la que solo dio tiempo de disfrutar de algunas píldoras del Big Three, compuesto por Jack Nicklaus, Gary Player y Arnold Palmer. Trece chaquetas verdes entre los tres. Casi nada.

Del trío de magníficos destacó el hoyo 1 del Caballero Negro, saldado con un largo putt de birdie desde el antegreen que poco a poco acabó en el agujero para regocijo del público congregado alrededor. Sorprende del sudafricano su estado de forma. En la rueda de prensa previa al torneo, afirmaba que llegaba a la misma recién salido del gimnasio. Como lo leen. Todo un ejemplo.

Para el interés del público español también hubo otro grupo de grandes. José María Olazábal y Miguel Ángel Jiménez hicieron de anfitriones de lujo al debutante Gonzalo Fernández-Castaño. El madrileño no quiso perderse como es lógico este bonito comienzo del Masters y pudo jugar 8 hoyos antes de la suspensión acumulando un resultado al par. Olazábal marchaba -1 y el ‘Pisha’ +1.

Pero atrás quedan ya estos resultados. El hermano pequeño de los campos del Augusta National cede el protagonismo desde ya a su hermano mayor. Phil Mickelson ha vaticinado un festival de birdies en la primera jornada dadas las condiciones en las que ha quedado el campo después de las lluvias. Si éstas lo permiten, disfrutaremos de una de las ediciones del Masters de Augusta más bonitas que se recuerden.

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: