Con tan solo dieciséis años, Lydia Ko acumula dos victorias en el LPGA Tour, otra en el Ladies European Tour y no ha fallado un solo corte en los veinticinco torneos que ha disputado entre las profesionales. Estos números bien podrían pertenecer al registro de algunas de las jugadoras más contrastadas del mundo, pero en este caso son los de una amateur. Tras su segundo puesto en el Evian Masters la pasada semana, esta chica es ahora la número cinco del Ranking Mundial.
Durante dos años hemos visto cómo respondía con paciencia a las múltiples cuestiones referidas a su más inmediato futuro. “¿Cuándo vas a hacerte profesional?” A veces respondía con un “no estoy segura” o con un “no queremos dar el salto demasiado pronto”. A pesar de su juventud, Lydia era plenamente consciente de los riesgos a asumir, pero su talento en los campos de golf le lleva pidiendo ese cambio antes, quizá, de lo que su cabeza quisiera. “Mis entrenadores y mi familia me van a ayudar a tomar la decisión”, declaró el pasado domingo. “Será definitivamente el próximo año”.
Al igual que le ocurrió a otros grandes talentos del golf, Ko tendrá que sacrificar parte de sus planes para los próximos años por una vida en la élite. Para empezar, pasará de jugar los doce torneos que ha disputado esta temporada a tener un calendario mucho más abultado, como el de las cuatro primeras clasificadas en el Ranking: Inbee Park, Suzann Pettersen, Stacy Lewis o Na Yeon Choi. Su media de torneos ya supera los veinte en lo que llevamos de temporada. No solo se resumirá en un mayor ritmo competitivo, sino en incontables horas en aeropuertos (Tailandia, Australia, China, Bahamas, Estados Unidos, Inglaterra…), semanas lejos de Nueva Zelanda y un nuevo día a día con sus rivales, no entre sus compañeros de clase.
La decisión es compleja, sobre todo teniendo en cuenta que, a su edad, no tendrá muchas cosas claras sobre cómo encaminar su vida personal. “Será como tener un trabajo”, declaró tras defender con éxito el Abierto de Canadá. Uno muy duro, en el que sentirse bien consigo misma será fundamental a la hora de conseguir buenos resultados. El golf le está llevando por la misma vía que a Justin Rose, Sergio García, Tiger Woods, Lexi Thompson, Charley Hull, Jordan Spieth o Rory McIlroy. Algunos han demostrado que no era necesario esperar para asimilar todo el talento y las posibilidades que tenían en los campos de golf; a otros, como Michelle Wie, Ty Tryon o Tadd Fujikawa, no les ha ido tan bien este salto en el tiempo.
Por eso, la pregunta más importante que debería plantearse Lydia junto a sus padres y entrenadores es qué pasará cuando no esté jugando bien. Porque si hay algo seguro en su carrera, es que ese momento llegará, tarde o temprano. Quizá cuando lleve más de quince torneos en apenas seis meses o cuando, como tras finalizar segunda el Evian Championship, declarara: “Doy las gracias por haber podido terminar hoy el torneo. No quería retrasar mi vuelo. Echo de menos estar en casa”.
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