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El equipo de Gran Bretaña e Irlanda se impone en el Vivendi Seve Trophy

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Redacción | 18 de septiembre de 2011

Espectáculo hasta el último momento en la edición 2011 del Vivendi Seve Trophy decantado finalmente de lado del equipo de Gran Bretaña e Irlanda, con un desenlace más apretado de lo que se esperaba tras la jornada sabatina en la que el equipo insular había cobrado una ventaja de cinco puntos.

Ante la urgencia del desequilibrio en el marcador de St-Nom-le-Bretèche, Jean Van de Velde, timonel de Europa continental, decidió poner toda la carne en el asador en la primera mitad de los diez enfrentamientos individuales del día, con una mezcla de veteranía y juventud. Pese a la presencia de Westwood, Dyson y Donaldson en los primeros cruces, baluartes insulares en las tres primeras jornadas, los primeros continentales dieron la vuelta al marcador después de que Björn se deshiciera de Westwood por 2&1 y Hansen pudiera con el combativo Dyson en el último momento.

En los tres cruces siguientes, goleada continental que hacía soñar con un posible triunfo: Molinari, Noren y Jiménez vencían a Donaldson, Rock y Clarke e igualaban el marcador global y hacían que el capitán insular, el irlandés Paul McGinley, empezara a moverse nervioso de un partido a otro. A pesar de la remontada, en la parte final de la clasificación la situación parecía favorable a los anglosajones.

Pero Colsaerts conseguía equilibrar su partido con el letal Horsey dando una exhibición en los seis últimos greenes y Larrazábal, que llegó a estar cuatro abajo después de 10 hoyos, se colocaba a un solo hoyo de Jamieson después de un impresionante eagle en el 17.

Sin embargo, Larrazábal terminaba cediendo en el 18, Poulter daba una lección y demostraba por qué se le considera un auténtico perro de presa en match-play para imponerse a un genial Matteo Manassero por un solo hoyo con birdie en el 18 (significativa la sonrisa de José María Olazábal, capitán Ryder, ante el juego del joven italiano) y Raphaël Jacquelin se metía en problemas en el 17 y acababa cediendo en el 18.

Al final, empate en el intrascendente último partido entre Hanson y Fisher y victoria del equipo de Gran Bretaña e Irlanda por tres puntos, diferencia que no se corresponde con la igualdad que ha presidido la jornada de individuales, pero que se puede considerar justa si tenemos en cuenta que los insulares han sido superiores en tres de las cinco sesiones de juego.

Match-play en estado puro en la gran culminación de este Vivendi Seve Trophy, un final apropiado para esta fiesta del golf europeo en homenaje al genio de Pedreña.