Talayuela Golf está situado a poco menos de dos horas de Madrid, en la provincia de Cáceres. No hay mejor forma de empezar a describir este recorrido que diciendo que lo diseñó Severiano Ballesteros, odiado y querido a partes iguales en cuanto a sus trabajos se refiere. El gran campeón cántabro es perfectamente reconocible a través de sus planos, al igual que lo era por sus palabras. Son decenas los que se pueden encontrar en España y la mayoría cuentan con factores comunes, elementos que los hacen perfectamente distinguibles desde el primero de sus hoyos. Talayuela es uno de ellos.
La finca donde se encuentra construido es extraordinaria, integrada con el clásico paisaje extremeño y con la Sierra de Gredos como telón de fondo. A Seve, como es bien sabido, le encantaban los retos y siempre pensó que los campos debían estar integrados lo máximo posible al medio, del modo más natural posible. Si han jugado otros de sus diseños habrán podido comprobar que apenas modificaba el terrero, estuviera plagado de cuestas y desniveles o se extendiera a través de una meseta. Esto le ha causado muchas críticas, ya que no siempre el jugador está decidido a adentrarse en un medio agreste para jugar al golf, prefiriendo cuidados jardines donde caminar despreocupado. Talayuela no cuenta con grandes pendientes y quitando algunos hoyos se trata de un recorrido llano. Eso sí, la firma de Ballesteros está por todas partes.
El recorrido varía mucho dependiendo de si se juega de blancas (casi 6,500 metros) a amarillas (5,850). Para los aficionados no es excesivamente largo: los pares 3 son cortos y la media de pares 4 apenas llega a los 350 metros, por lo que incluso los menos pegadores se pueden encontrar en disposición de hacer el par. Eso sí, la falta de distancia, como otros diseños de Seve, se ve compensada con múltiples obstáculos que provocan que se pueda jugar de muchas formas distintas. La mayoría de hoyos están defendidos, a un lado y otro de la calle, por hileras de robles y encinas, mientras que otros cuentan con lagos o riachuelos capaces de mojar a los ambiciosos buscadores de banderas. Puede escoger cualquiera de sus hoyos y se encontrara con peligros inminentes para los golpes descentrados.
A Ballesteros le gustaba mantener la misma proporción de pares 3, 4 y 5 en su recorridos (seis cada uno) y Talayuela busca seguir esta línea de pensamiento. Son cinco pares 3, cinco pares 5 y ocho pares 4 los que componen el recorrido, pero más que fijarse en el número de golpes necesarios en cada hoyo, resulta más interesante observar el equilibrio que guardan a medida que avanza la vuelta. Cuando uno se enfrenta a alguno de sus hoyos largos, se encontrará en el siguiente con uno de los más cortos, manteniendo una armonía que permite al jugador defenderse o atacar, dependiendo de sus virtudes. Sobra decir que la estrategia es fundamental al afrontar un campo así: si juega el driver en cada hoyo terminará el día con una tarjeta llena de altas cifras. Si es capaz de establecer un plan antes de salir, su resultado se ceñirá a lo inspirado de su juego corto.
Es inevitable fallar algún golpe en Talayuela y salir penalizado más que en otros recorridos, abiertos y llenos de salidas. Sin embargo, su capacidad para recuperarse de esos errores será la que le lleve al éxito. Ya lo dijo Seve en el punto más álgido de su carrera: “Me gustaría ver las calles más estrechas. Así todo el mundo jugaría desde el rough, no solo yo”. Es preciso no desesperarse al encontrarse dos o tres veces a lo largo de una vuelta sin más opciones que sacar la bola hasta la hierba segada al ras, o al no ser capaz de coger tres o cuatro greenes en regulación seguidos. Se trata del tipo de golf que a menudo intentamos buscar los aficionados, sin embargo, no era el que jugaba Ballesteros. Una vez se acerque al green, tiene que estar preparado y dar lo mejor de sí mismo. Es también la parte del recorrido que está más cuidada y la que sin duda será más noble con el jugador.
No solo se trata de un campo con un diseño interesante, sino que además es el primero público que se construyó en Extremadura (año 2005), por los que sus precios son asequibles. Le gusten o no los recorridos que diseñó Seve, Talayuela es una gran oportunidad de meterse por unos hoyos en la cabeza del cántabro, verse inmiscuido en los mismos problemas que a veces tenía que afrontar él y poner a su prueba su capacidad para elaborar buenas estrategias. Si es capaz de ser consistente aquí, significará que se juego está listo para cualquier otro campo, incluidos los links.
Su localización es una ayuda para que muchos aficionados se acerquen a probarlo. Menos de dos horas hasta Madrid, misma distancia hasta Salamanca, apenas cincuenta minutos desde Talavera de la Reina y poco más de una hora desde Cáceres. Hay más información disponible, incluidas las vistas de cada hoyo, en su página web. También podéis contactar con ellos a través de Twitter y Facebook.
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