No era uno de los favoritos para ganar la chaqueta verde el próximo domingo pero, por si había alguna duda, los supersticiosos podrán aclarársela: Ryan Moore no ganará este año el Masters. No es porque no sea un buen jugador o que su rendimiento en el Augusta National sea pésimo (su mejor posición allí es decimotercero), sino porque el estadounidense ganó hace unas horas el Torneo de Pares 3 previo al primer grande de la temporada.
Comenzó con cuatro birdies consecutivos y selló su triunfo con un acierto en el nueve, quedándose a un solo impacto del récord establecido por Art Wall en 1965 y Gay Brewer en 1973 (menos siete). “He trabajado con mi entrenador en mis wedges últimamente”, declaró. “Mi mujer me hizo de caddie, y sabía que me metería en problemas si no la pegaba bien en cada hoyo”.
Sería el primer ganador de este evento que consigue la chaqueta verde en toda la historia del Masters. Kevin Stadler, treinta y dos años de que su padre, Craig, consiguiera imponerse en este torneo, hizo birdie en los tres últimos hoyos de los pares 3 para firmar 23 impactos y finalizar segundo. Fuzzy Zoeller empató con él, mientras que Bernhard Langer encabezó a un grupo en el menos tres en el que también se encontraban Joost Luiten y Victor Dubuisson.
Hubo tres hoyos en uno a lo largo de la jornada. Mark O’Meara y un invitado especial, Buddy Alexander, los consiguieron en el uno, mientras que Matt Jones, ganador hace unos días del Shell Houston Open, lo hizo en el hoyo tres.
El resto de la jornada fue un agradable paseo en otra de las muchas tradiciones que guarda el Masters. Novias, mujeres e hijos acompañando a los jugadores, hablando con el público y divirtiéndose. ¿Imágenes destacadas? Sí, es Caroline Wozniacki, y sí, llevaba el pelo teñido de rosa mientras acompañaba a Rory McIlroy.
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