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El mecánico respondón

Javier Pinedo | 20 de julio de 2013

Érase una vez… bien podría empezar esta crónica contando un cuento cuyo final está todavía por escribir pero que de momento tiene cautivado a medio planeta golfístico y atrapado a todos aquellos que no muestran nunca el más mínimo interés por el golf. Desde ayer, todos ellos parecen cautivados por un “interesante” maduro que sabe disfrutar de la vida con su sempiterno puro en los labios, su vaso de rioja, su “El Pais” bajo el brazo y siempre unas ganas locas de hablar sobre la vida.

Pero que nadie se engañe, es verdad que para muchos Miguel tiene pinta de todo menos de deportista de elite, y menos aún de poder liderar el Open Championship 2013, pero el hombre que comanda en Muirfield puede que sea el jugador de golf que más trabaja del mundo y así viene siendo desde que se pasó a profesional e incluso en sus tiempos de caddie. Aún hoy, a sus 49 años ya bien avanzados, Miguel sigue siendo uno de los que primero llega al campo de prácticas y de los últimos en irse. Aquí reside parte de su éxito. Trabajo, trabajo y trabajo. “No sé hacer otra cosa en la vida que jugar al golf”, reconocía el otro día de forma muy realista, sin tintes de amargura como podrían tener otros al fracasar todas sus demás iniciativas. En Miguel la amargura no existe, solo el realismo. “He intentado organizar torneos y me han dado de hostias, he intentado montar una escuela y me sacude la crisis, no sé hacer otra cosa que jugar al golf, y como creo que no lo hago del todo mal pues hay que seguir insistiendo”, nos decía el otro día al finalizar su primera jornada en Muirfield. Pero Miguel sabe que para suplir ese talento que no tenía en un principio pero que ha sabido forjarse, no hay otra receta que la de trabajar y eso es lo que ha hecho siempre.

Desde que recorría Europa con su destartalado coche de segunda mano con su compadre Andres Jiménez en su arranque en el circuito, haciendo de él incluso en más de una oportunidad su posada de lujo, hasta hoy, esa ha sido la única máxima que ha tenido el Pisha, trabajar. Y otra que ha ido siempre a la par, escuchar y aprender de los maestros para poder mejorar. Y para ello no tenía que irse muy lejos, bien a Pedreña, bien a Fuenterrabia. Tanto Severiano Ballesteros como José María Olazábal han contribuido a pulir el juego de Miguel con sus consejos, pero no caigan en el error; Miguel tenía ya una buena base con la que trabajar. De ellos aprendió que sin trabajo no se conseguía nada y por ello siempre mantuvo la disciplina. Para él no había límites horarios e incluso hacia competiciones con Vijay Singh en las canchas de prácticas y siempre ganaba él.

Tampoco se dejen engañar por su tripita que parece la de un bebedor de cerveza… Ya les gustaría a ellos. Tras ese físico de “mecánico”, así le llama la prensa inglesa por su amor a los Ferrari, se esconde el jugador más flexible del Circuito Europeo. “Lo que hace Miguel”, me confesaba no hace mucho José María Olazábal, el otro gran currante del golf español ya que nadie se da por aludido, “sólo está al alcance de algunos privilegiados y es lo que le permite seguir rindiendo al nivel que lo está haciendo”. Muchos se quedan solo en la anécdota, el puro, la copita de rioja, los tacos de jamón, pero será seguramente por no ver eso que tanto les repele a ellos, el trabajo abnegado que se necesita para triunfar en cualquier profesión.

Por eso no se engañen cuando vean a Miguel Ángel Jiménez. Don Miguel Ángel Jiménez, por favor, es un tipo afable, campechano, y siempre guasón fuera del campo, porque dentro del recinto de un campo de golf no sabe hacer otra cosa que trabajar y demostrar que con trabajo y un poco de talento, que por supuesto lo tiene, es posible liderar un Open Championship y quién sabe si no ganarlo. Por eso este cuento todavía está por escribir, pero ya les he dado la base del “érase una vez un mecánico…”. Esperemos que mañana nos brinde un final feliz, que se lo merece porque es, les aseguro, una muy bonita historia.

Javier Pinedo es la voz del golf en nuestro país. Este periodista especializado atesora un currículum inigualable y lleva en el «zurrón» innumerables majors, Ryder Cups y competiciones de primer nivel. Gracias a su experiencia y conocimientos, se ha convertido en una referencia ineludible tanto en las retransmisiones televisivas de Canal+ Golf como en su columna mensual en la revista Golf Digest. Esta semana Javier Pinedo está desempeñando su labor en Muirfield y nos acompañará con una serie de columnas desde la sede del Open Championship 2013.

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