Ya está en marcha una nueva edición del Open Championship y la verdad que, para uno que ya lleva unas cuantas (la primera que vi in situ me toco ver ganar ni más ni menos que a Severiano Ballesteros su último Grande), está puede ser la que almacene más incógnitas sobre el nombre de quien el próximo domingo levante al cielo ante los fotógrafos la más que afamada jarra de clarete.
La primera incógnita que me surge es la del campo. Muirfield es sin duda el campo más justo de la rotación y así lo consideran todos los que han pasado por aquí a lo largo de su historia. De este modo, suele coronar casi siempre al más justo ganador y al mejor de esa semana, pero todavía me acuerdo del triunfo de Nick Faldo en 1992 y, para ser sinceros, y aunque José María Olazábal conseguía aquel año su mejor clasificación en un Open (un tercer puesto que luego repetiría en 2005), el mejor fue John Cook. Desgraciadamente para Cook y para José Mari, Faldo disfrutó el jueves y viernes de dos turnos sin viento y en ellos cimentó el triunfo posterior.
Este año podría pasar lo mismo, no tanto por la ausencia de viento sino por el cambio de dirección que está anunciado para mañana. Los jugadores, o por lo menos todos los que he tenido la oportunidad de consultar, están asustados porque dicen que sería como jugar en un campo nuevo que no conocen y entonces habrá que hacer un gran esfuerzo de adaptación. ¿Y si luego vuelve a rolar el sábado? Más incógnitas que nos ofrece un campo que, por otra parte, va a ser un duro test para todos.
La segunda incógnita que me viene a la mente de inmediato es la que representa Tiger Woods. El hasta hace nada llamado a ser mejor jugador de la historia lleva cinco años sin saborear un grande y esto empieza a pesar en él como una losa en su carrera por superar la barrera de Nicklaus. Tiger está, y no para de repetirlo él mismo, a su mejor nivel, pero con un factor hasta ahora desconocido en su rostro impenetrable: la ansiedad. Está ansioso por volver a ganar y eso le ha hecho ser mortal cuando parecía de otro planeta. Quiere ganar, sabe que puede ganar pero la victoria no llega y él, siempre paciente, se ha convertido en un jugador intranquilo y eso es algo que no acaba de dominar. Pero no olvida que Muirfield lo humilló en 2002 y que si no es por O’Meara su resultado podría haber sido escandaloso hasta el punto de haber superado los 90 golpes. Tiger se la tiene jurada a este campo y, conociéndolo, es muy posible que su venganza llegue ahora. ¿O no dicen que es un plato que se sirve frío?
Sergio es otra incógnita. La generación del 80 no para de ganar y él no lo hace pese a ser el que tal vez mayor talento tenga. Sergio ama el Open por encima de todas las cosas y Muirfield le trae buenos recuerdos, pero como él me confesaba ayer “hace de eso 16 años” y ahora el de Castellón parece muy a gusto viviendo el día a día. Desde luego se la ha visto muy fino por el campo y da la impresión de que, a poco que le acompañe la confianza, Sergio puede ser una muy buena opción el domingo.
Me quedan las incógnitas del golf español. ¿Será capaz de romper esas racha que dura desde el Masters de 1999? Tenemos dos buenas bazas, Sergio y Gonzalo, y qué mejor escenario que Muirfield para hacerse con un Grande. Els es otra incógnita. Pocas veces se ha dado la coincidencia como este año que el defensor del título en el campo (el sudafricano ganó en Muirfield en 2002, la última vez que el Open pasó por este recorrido) lo sea también de la última edición y Els tiene ese privilegio, pero sinceramente no le veo. Por otro lado, los americanos también quieren seguir manteniendo su dominio de los últimos años, aunque el elenco de ganadores de majors se haya multiplicado en el último lustro.
En resumidas cuentas, el Open se presenta apasionante, tal vez más que nunca, y confío en que puedan seguirlo en Canal+ Golf donde desde luego les esperamos.
Javier Pinedo es la voz del golf en nuestro país. Este periodista especializado atesora un currículum inigualable y lleva en el «zurrón» innumerables majors, Ryder Cups y competiciones de primer nivel. Gracias a su experiencia y conocimientos, se ha convertido en una referencia ineludible tanto en las retransmisiones televisivas de Canal+ Golf como en su columna mensual en la revista Golf Digest. Esta semana Javier Pinedo está desempeñando su labor en Muirfield y nos acompañará con una serie de columnas desde la sede del Open Championship 2013.
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