Los aplausos acompañaron a Jordan Spieth durante toda la primera jornada del RBC Heritage. Lo malo es que el público presente en Harbour Town Golf Links le animaba más por su reciente victoria en el Masters de Augusta la semana pasada que por el juego mostrado este jueves. El hombre de moda en el mundo del golf estrenó su condición de ganador de Major con un 74 (+3) que le obliga a jugar bajo par este viernes para superar el que sería su octavo corte consecutivo.
El texano de 21 años ocupa de este modo la 93ª posición a ocho golpes de los líderes del torneo, el estadounidense Matt Every y uno de los antiguos ganadores del mismo, Graeme McDowell. Lo cierto es que no tuvo la típica preparación de un torneo, dado que llegó al Sea Pines Resort a última hora del martes tras haber concedido más de veinticinco entrevistas a diferentes medios en Nueva York en las horas siguientes a su victoria en Augusta.
Aunque el propio Spieth no quiere usar su reciente agenda como excusa, lo cierto es que se vio a un jugador diferente en esta primera jornada del RBC Heritage respecto al hombre que maravilló la semana pasada. A pesar de no mostrar el nivel que le ha llevado al número dos del ranking mundial, el público presente brindó una calurosa bienvenida al nuevo ídolo americano.
«Estaba decepcionado por haber fallado green y de repente me ovacionaban según iba caminando«, declaraba un Spieth algo contrariado por tener que agradecer las muestras de cariño de los presentes tras dar «golpes horribles».
Tras batir el récord de birdies en el Masters de Augusta con veintiocho, Spieth solo fue capaz de sumar uno en los primeros 18 hoyos de Harbour Town. Dos bogeys y un doble bogey completaron un día en el que cogió menos de la mitad de calles (6 de 14) y greenes (8 de 18).
En cuanto a uno de los dos colíderes, McDowell ya avisaba antes de comenzar el torneo que un campo como el que ejerce de sede del mismo es perfecto para su juego. «Cuanto más difícil sea el campo, mejor para mí», declaraba premonitoriamente días antes de comenzar con un 66 (-5) con el que baja de 71 golpes por primera vez en sus últimas doce vueltas.
El norirlandés empezó este jueves con bogey en el 1 para a partir de ahí obligarse a pelear a base de birdies. La clave de sus aciertos estuvo en los greenes, al contrario que su compañero en el liderato, Every, que destacó con un gran juego corto que le llevó a no usar el putter en dos hoyos.
El ganador del Arnold Palmer Invitational embocó desde fuera del green de manera consecutiva en los hoyos 6 y 7 desde 17 y 7 metros respectivamente para acabar con cuatro birdies en sus últimos ocho hoyos.
Por su parte, Gonzalo Fernández-Castaño no pudo completar una buena vuelta y ocupa la última plaza de la clasificación tras entregar un 77 (+6). Dos doble bogeys y cuatro bogeys, la mayoría en los hoyos finales, fueron una losa demasiado pesada para salir indemne de un duro día en el que no estuvo acertado desde el tee (57% de calles) ni con los hierros (39% de greenes).
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