Ante la ofensiva del European Tour en Abu Dhabi y la momentánea deserción de uno de sus principales reclamos, Tiger Woods, el PGA Tour pliega velas y trata de reaccionar en el Farmers Insurance Open en una de sus sedes clásicas, Torrey Pines.
Sesenta son los años que cumple este torneo en San Diego, 17 de los cuales estuvo vinculado a la marca de automoción Buick. En la actualidad, reparte una bolsa de seis millones de dólares, de los que 1.080.000 irán al ganador (junto con 500 puntos FedEx Cup), una diferencia notable con respecto a la dotación económica de la primera edición que se disputó en Torrey Pines, en 1968, que fue de 150.000 $ de los que Tom Weiskopf, ganador, se embolsó 30.000 $.
Torrey Pines se asoma a los acantilados que dan al océano Pacífico en La Jolla (al norte de San Diego, California) y está escoltado por dos zonas protegidas, el Torrey Pines State Reserve Park y la Torrey Pines State Beach. El campo recibe su nombre del “pino de Torrey”, endemismo de la zona que se considera el pino más escaso de Estados Unidos y que figura en el trofeo del torneo.
Torrey Pines es un campo municipal que cuenta con dos recorridos: el norte, par 72 de 6.874 yardas (6.286 m), y el sur, par 72 de 7.569 yardas (6.921 m), el más famoso y también el más difícil. En 2011 hubo casi dos golpes de media entre el recorrido norte y el sur y los jugadores intentarán rentabilizar esa diferencia en la vuelta que les toque disputar en el campo norte, ya que el fin de semana se jugará solo en el sur.
El diseño original de los dos campos es de William P. Bell, aunque Rees Jones, reputado diseñador conocido como “Open Doctor”, comenzó a rediseñar el campo sur en 2001 hasta convertirlo en una bestia de 7.600 yardas (el más largo del PGA Tour). A raíz de ello albergó el US Open de 2008, edición que ganó de manera heroica Tiger Woods en el decimonoveno hoyo del desempate ante Rocco Mediate, torneo que grabó en la memoria de todo buen aficionado el recorrido sur del campo de San Diego.
Bubba Watson defiende el título que logró el año pasado por un solo golpe ante Phil Mickelson en un espectacular duelo de zurdos que mantuvo al público en vilo hasta el último golpe. Ambos repiten en el torneo y, con Tiger Woods en el desierto, Mickelson acapara el protagonismo y gran parte de las esperanzas de la organización. Mickelson ya ha ganado en tres ocasiones el torneo, cumple su vigésima tercera aparición consecutiva e intentará recuperar terreno en el ránking mundial (o al menos no perderlo, dado el potencial del torneo de Abu Dhabi).
Tampoco deberíamos olvidarnos de Nick Watney y Ben Crane, dos antiguos ganadores del torneo, de Rickie Fowler, quinto en 2010 en su primera aparición en el torneo, ni de Johnson Wagner, protagonista del inicio de 2012 con tres top 10 consecutivos y una victoria.
Además, regresan a la actividad en el PGA Tour J. B. Holmes, en su primer torneo después de la delicada operación de neurocirugía a la que se sometió en septiembre, y Justin Rose, tras su reciente paternidad, junto a otros notables que se estrenan en el circuito estadounidense como Ernie Els, Hunter Mahan y Geoff Ogilvy.
El torneo cuenta con un importante contingente extranjero (41 golfistas, en total) y además de los ya mencionados Rose, Els y Ogilvy, encontramos al japonés Ryo Ishikawa, al fiyiano Vijay Singh, a los argentinos Cabrera, Romero y Carballo, al neozelandés Danny Lee, al sudafricano Trevor Immelman, a los coreanis Yong eun Yang y Seung yul Noh, al colombiano Camilo Villegas y al venezolano Jhonattan Vegas entre otros.
También acuden al torneo 25 de los rookies de la temporada 2012 en el PGA Tour, aunque los antecedentes no son los más propicios, ya que en el Farmers Insurance Open nunca se ha impuesto uno de los novatos del circuito.
Para cerrar este artículo, aquí tenéis un resumen de los momentos más memorables del torneo, por cortesía de IMG y Golfing World.
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