Antes de que Azahara Muñoz consiguiera su primera victoria en el LPGA Tour (mayo de 2012), finalizó decimosegunda en el KIA Classic, decimoquinta en el Kraft Nabisco, segunda en el LPGA Lotte y cuarta en el Mobile Bay. En otras palabras, su triunfo en match play estuvo anunciándose en las clasificaciones del circuito durante más de un mes, al menos para quien estuviera atento. Ella no es una de esas jugadoras que asaltan el liderato una semana y desaparecen a la siguiente, sino que requiere de un proceso de maduración, un progreso que implica swing, técnica, análisis del recorrido y, por supuesto confianza.
Este camino de las hormigas hacia la victoria se volvió a repetir el pasado mes de septiembre, donde tras finalizar decimonovena en el Evian Championship venció en el Abierto de Francia. A aquel balón de oxígeno le siguió un segundo puesto en Taiwán, un séptimo en el Lorena Ochoa y un decimocuarto en el último campeonato de la temporada, el CME. Y podríamos haber pensado que esa evolución se detendría con el año nuevo, en el que no competiría en más de un mes. Ella nos está demostrando que no, que el doloroso camino que atravesó a lo largo de 2013 tenía que encontrar su recompensa pronto. Decimoctava en Bahamas, decimoprimera en Australia y, por fin, apareció la gran oportunidad.
El circuito visita esta semana un recorrido más exigente que muchos otros del calendario. Allí, hace doce meses, Inbee Park ganó con un acumulado de menos doce, a un menos tres por vuelta disputada. Y es que el Siam Country Club no deja muchas opciones a los fallos, incluso a los que no se van tanto de la calle. El que Anna Nordqvist firmara una vuelta de menos seis en la primera jornada no era sino la constatación de que este campo premia a las más sólidas de tee a green, y no tanto a las que maravillan cerca del hoyo. Nadie se salvó de cometer un bogey en sus primeros 18 hoyos. La sueca partía en cabeza y sabía que ese ritmo de aciertos resultaría improbable para los siguientes tres días.
Azahara comenzó con menos uno, fallando solo una calle y cogiendo quince greenes en regulación. Mientras que el resultado parecía mejorable, no mucho los números que lo sustentaban; si seguía así no era de extrañar que comenzara a subir puestos. Fue en la segunda jornada cuando se ha vuelto a presentar ante ella una verdadera oportunidad de victoria, el motivo de sus horas de entrenamiento. Cuatro birdies y un solo error promovieron una ronda de 68 impactos (menos cuatro), la mejor del día en un campeonato en el que la vigésimo tercera marcha al par. Ella, tras treinta y seis hoyos, ya acumula un menos cinco.
Y Nordqvist, la mejor hasta ahora, no falló. No entregó el irreal menos seis del jueves pero respondió con un resultado de par que la permite seguir liderando en solitario, desde el menos siete. Su vuelta cobra más valor si se observan las de otras que estaban bien clasificadas: Suzann Pettersen y Carline Hedwall terminaron con más uno; Lexi Thompson con más dos; Carlota Ciganda con más cuatro y Beatriz Recari con más cinco. La alternativa ahora la tienen Azahara, Sandra Gal y Julieta Granada, segundas, seguidas por Stacy Lewis, Angela Stanford y Michelle Wie con menos cuatro. Lydia Ko, Inbee Park y Suzann Pettersen marchan con menos dos.
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