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Zona Pro

El retorno de los campeones

Enrique Soto | 31 de mayo de 2012

Bubba Watson regresa a la competición después de ganar el Masters en abril

La tendencia actual a la hora de construir campos de golf es hacerlos cuanto más grandes y espectaculares, mejor. Sin embargo, durante las últimas semanas el PGA Tour se ha disputado en recorridos mucho más reducidos y complejos, como fue el caso del TPC Four Seasons, el Colonial Country Club o, esta semana, Murfield Village. Cada año los ganadores de estos torneos suelen tener un gran control del vuelo de su bola, siendo capaces de moverla de un lado a otro y, sobre todo, minimizar sus errores a lo largo de sus vueltas. Jason Dufner y Zach Johnson lo hicieron en Nueva Orleans y en Fort Worth, y el ganador del Memorial Tournament tendrá que hacerlo durante esta semana.

La intención de Jack Nicklaus a la hora de diseñar Muirfield Village era la de hacer un pequeño Augusta National, nada parecido a un complejo turístico con cuatro recorridos distintos y una casa club gigantesca. Para comprobar el resultado basta con echarle un vistazo a los greenes, tan diminutos como movidos a lo largo de toda su superficie. La lista de ganadores en los últimos años recalca la importancia de ir muy recto en todo momento: Steve Stricker, Justin Rose, Tiger Woods, Kenny Perry… Ante todos estos jugadores, que podríamos calificar de “pure-strickers”, dos grandes bombarderos del circuito vuelven a la acción después de respectivos parones a mitad de temporada: Bubba Watson y Dustin Johnson.

Sus opciones en este torneo están a la altura de su calidad como golfistas, sin embargo, no vuelven a competir a un campo que se adapte precisamente bien a su juego. Mientras Johnson ha estado mermado por las lesiones desde que jugara la Presidents Cup el pasado año, Watson ha estado retirado de los campos junto a su familia, que recientemente adoptó a un niño. Las sensaciones de ambos las definió a la perfección Bubba: “He echado de menos el golf, jugar, competir, intentar ganar torneos. Básicamente lo que quiero decir es que he jugado menos de lo que me hubiera gustado”.

Si ambos jugadores llegan con un ritmo competitivo bajo, la pasada semana otro achacó su mal resultado en Wentworth a algo muy similar. Rory McIlroy declaraba que hubiera necesitado entrenar más para estar en buenas condiciones físicas y mentales, por lo que esta semana también competirá en el torneo de Nicklaus. Después de no jugar más de dos días en sus últimas dos apariciones, sus números en Muirfield se hacen esperar y nos remontan a la última vez que Rory falló dos cortes consecutivos (2010, Shell Houston Open y The Masters); a la semana siguiente ganó en Quail Hollow. ¿Se repetirá la historia? En el caso del norirlandés, es complicado descartarle para ganar dado que le basta un día jugando cerca de su mejor versión para recortar cualquier número de golpes a los líderes. Si McIlroy vuelve a coger forma, el ganador del torneo necesitará de su aprobación.

En la actualidad, solo un jugador parece estar empeñado en discutir esta máxima. El mejor del mundo tiene mucho que decir en un campo que, como Wentworth, favorece la precisión por encima de la potencia. Luke Donald llega a Ohio con la intención de descuartizar la moral de aquellos que quieran romper su reinado en el Ranking Mundial y, además, dar un golpe de autoridad de cara a un U.S. Open que ya se puede ver el horizonte, acercándose con el paso de las horas. Nadie sabe mejor esto que Tiger Woods, que vuelve a un escenario donde ya ha ganado en cuatro ocasiones y donde, en forma, sería capaz de ganar de memoria. Al menos eso es lo que haría el Woods que conocimos hace unos años. Siguiendo la búsqueda de su swing, de su putter o de sí mismo, puede que por accidente nos encontremos esta semana a Tiger ganando otra vez por una ventaja considerable, como ya ocurriera en Bay Hill. Por otro lado, puede que nos encontremos a la versión tristemente más habitual y errática.

Webb Simpson, Charl Schwartzel, Keegan Bradley, Jason Day, Bill Haas, Nicolas Colsaerts, Hunter Mahan, Justin Rose, Steve Stricker, Rickie Fowler, Adam Scott, Phil Mickelson o Louis Oosthuizen completan el cartel de un torneo que promete ser apasionante y que dejará a muchos jugadores en su sitio de cara al segundo major del año. Una semana más en Estados Unidos, la precisión es un requisito imprescindible para la victoria y no simplemente una ventaja.

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