Jorge Simón es un jugador amateur madrileño que compagina sus entrenamientos y torneos con los estudios en la Universidad Francisco de Vitoria gracias al acuerdo de colaboración suscrito entre esta entidad y la Federación de Golf de Madrid. El vigente campeón de España Júnior recibió una invitación de la RFEG para disputar el Open de España y durante esta semana nos va a narrar sus experiencias en el torneo.
Aquí estoy de nuevo, amigos. Como sabéis, ayer se disputaba la primera jornada del Open de España 2013 en El Saler. A mí me tocó salir en el turno de mañana, en concreto a las 9:40 desde el tee del 1.
El día empezaba prontito, llegando al campo sobre las 8:00 para disfrutar de un estupendo desayuno en el Players Lounge. De nuevo te cruzas con tus ídolos y, aunque lo lleves haciendo toda la semana, te sigues quedando embobado mirándolos. De hecho, estoy seguro de que sus mujeres ya me miran celosas por comerme a sus maridos con la mirada.
Una vez terminado el “señor desayuno” coges el camino hacia la cancha de prácticas. Descubres que tus 8 horas diarias en el campo de golf, aparte de ponerte los callos en carne viva, también sirven para que los guardias de seguridad ya te dejen pasar sin pedirte el pase e incluso te desean suerte. Te pegas tu rutinario cubito de bolas para calentar (por supuesto, con ese cosquilleo del que llevo toda la semana hablando). Las últimas bolas son las mejores, las que más disfrutas, quieras o no tu mente está ya pensando en que en apenas 20 minutos estarás impactando tu primer golpe del torneo. Y, curiosamente, el último golpe que das en la cancha es el peor de todos, pero no te importa, tú estás eufórico y deseando que todo empiece.
El siguiente paso es ir al putting green, poner a punto el palo que te da la victoria los domingos. Intentas concentrarte y seguir con tu rutina, pero al lado del putting green tienes el tee del 1 y del 10. Oyes a los starters nombrar a los jugadores y cómo el público aplaude. Me imagino que Gonzalo, Sergio, Miguel están acostumbrados y ni se dan cuenta, pero tú estás babeando y contando los minutos hasta que sea tu nombre el que aplaudan.
Chequeas los últimos detalles del libro de campo, charlas con tu caddy, les das un beso a tus familiares y amigos y enfilas el camino hacia el tee del 1. Saludas a tus compañeros de partido, intercambias las tarjetas, indicas la bola que vas a jugar y ¡EMPIEZA EL OPEN!
Mi salida del hoyo 1 fue la soñada, una madera 3 recta como una vela al centro geométrico de la calle, ganándome los aplausos del público. Pero desgraciadamente para mí esa sería de las pocas salidas a calle que efectuaría en todo el recorrido: un mal día en los tees de salida me impidió hacer un buen score. El Saler es mucho Saler y finalmente hice una vuelta de 77 golpes.
La tarde fue de trabajo intenso en la zona de prácticas, tratando de buscar sensaciones para mañana arrasar. Aparte de contar con el apoyo de mi caddy que me echaba una mano en cada bola, he tenido la oportunidad de observar pegar drives muy de cerca a unos de los nominados al Príncipe de Asturias, José María Olazábal. Es increíble lo bien que se mueve, la facilidad con la que mueve el palo, la seguridad que transmite. Te hace reflexionar y coger ideas para luego aplicártelas a ti mismo.
Te vas hacia el hotel, siempre con tu sonrisa en la cara, pero tienes claro que al día siguiente se necesita una vuelta buena para poder seguir disfrutando como jugador el fin de semana. Tocarán por tanto colores de guerra, colores de Tiger. Hoy todos, y sobre todo los amateurs del torneo, le vamos a poner las cosas muy difíciles a El Saler.
1 comentario a “El Saler es mucho Saler”
Jorge,
Enhorabuena de nuevo. Ahora cada mañana estoy ansioso por leer tu cronica del dia anterior.
He estado en Open martes,miercoles y jueves, y gracias a tus narraciones he saboreado mas mi experiencia. Yo,como aficionado,tambien me fijo en muchos detalles y se ma cae la baba con este evento.
Creo que no voy a poder ya al Open.
Ponte los colores de guerra y mucha suerte hoy.
Espero poder saludarte algun dia en persona.
Un saludo de, desde esta semana, un seguidor tuyo.
Pablo
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