Zona Pro
El sueño de Horschel se hace realidad y se lleva la FedEx Cup
Carlos Palomo | 15 de septiembre de 2014
«Y los sueños, sueños son», concluía el famoso monólogo de Segismundo en ‘La vida es sueño’ de Calderón de la Barca. Casi cuatrocientos años después, Billy Horschel se empeñaba en demostrar que no, que el mundo onírico puede pasar a ser real. A principios de año, una noche se vio con el trofeo de la FedEx Cup y meses después, tras imponerse por tres golpes de ventaja en el TOUR Championship by Coca-Cola, se ha convertido en el ganador del famoso cheque de diez millones de dólares.
El huracán Horschel completó con su victoria en East Lake una de las actuaciones más memorables, por contundente y atípica a partes iguales, en los ocho años de vida de los playoffs de la FedEx Cup. En las siete ediciones anteriores, solo Brandt Snedeker en 2012 llegó a los mismos desde más allá del puesto 15 en el ranking de puntos. Horschel ocupaba la 69ª plaza antes de que The Barclays diera comienzo.
Esa semana fallaría el corte. Calderón de la Barca parecía tener razón. “Hay ciertas cosas que he soñado durante mi vida que han acabado haciéndose realidad», explicaba ya tras firmar su vuelta de 68 golpes (-2). Horschel recordaba la mañana siguiente al sueño de la FedEx Cup. «Me desperté y no estaba seguro de si era real o no, porque todo estaba muy borroso, pero recuerdo estar con el trofeo de la FedEx Cup. Según avanzaba la temporada, no volví a pensar en ello, pero un día dije ‘bueno, tal vez este sí que es un sueño de los que no se hacen realidad’.»
Desde ese momento, con su futuro en los playoffs pendiendo de un hilo, acabaría segundo en el Deutsche Bank Championship antes de imponerse en el BMW Championship. Para completar su particular «más difícil todavía» tendría que deshacerse de una incómoda pareja de baile en domingo, Rory McIlroy, con el que empataba en -9 a falta de 18 hoyos.
Ambos llevaron vidas paralelas los cuatro primeros hoyos, saldando con -1 este primer tramo del recorrido. Dos hoyos después la situación había cambiado de manera radical, con Horschel haciendo su segundo birdie del día en el 5 y McIlroy yéndose al agua en el par 3 del 6 antes de firmar un doble bogey.
Desde ese momento, mantuvo un duelo en la distancia con el veterano Jim Furyk que había firmado tres birdies sin fallos en los nueve primeros, pero el espigado jugador volvió a quedarse corto. Horschel volvió a cimentar este domingo su superioridad respecto al resto de perseguidores con un mágico comportamiento en los greenes, consiguiendo finalmente su duodécima vuelta consecutiva por debajo del par.
Ahora, el futuro inmediato del jugador más en forma del mes de septiembre no pasa por la Ryder Cup sino por la paternidad. Tras cerrar su quinto año como profesional con unas ganancias totales de casi 15 millones de dólares, Horschel lo tiene claro: «No creo que la vida pueda ser mejor que esto».
Por su parte, Sergio Garcia concluyó la temporada 2013/14 del PGA Tour firmando la vuelta más baja del día con un 66 (-4) sin bogeys que le hizo acabar en la novena posición en el torneo y decimotercero en la FedEx Cup.
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