Zona Pro
El teniente no tiene quien le tosa
Carlos Palomo | 06 de julio de 2014
Si el coronel de Gabriel García Márquez no tenía quien le escribiera, el teniente de moda del PGA Tour, a quien le presuponemos varios mensajes de apoyo a estas alturas, no tiene rival de momento que iguale su sublime actuación en el The Greenbrier Classic. A falta de una jornada, la buena noticia para los diez jugadores que están en un margen de cuatro golpes del liderato de Billy Hurley III es que en golf, ya se sabe que cualquier ventaja es escasa llegados los últimos 18 hoyos. La mala, es que tendrán que derrotar a un rival atípico cuyo pasado hace que se le tenga un respeto tal vez mayor a cualquier otro rival: un hombre que sabe lo que es combatir en la Guerra del Golfo manejando destructores.
Después de encaramarse a la cima de la clasificación en el The Old White TPC, Hurley III tenía todas las miradas puestas en él. Tanto la de aquellos que presagiaban que su historia era demasiado idílica como para acabar en algo fructífero como la de los que confiaban en el que fuera militar de la Armada estadounidense a pesar de su poca, e incluso inexistente, experiencia en cuanto a liderar torneos del PGA Tour se refería.
Hurley III no había liderado nunca un torneo del PGA Tour hasta que ayer lo hizo para mantenerse enlo más alto de la cabeza un día más tras un fructífero día del movimiento. «Una ventaja de estar en la Armada es que aprendes a dormir en cualquier situación. Ayer dormí bien», comentaba respecto a la posible presión ante un escenario nuevo en su cinematográfica vida.
Es fácil decirlo pero lo cierto es que su juego durante la tercera jornada el The Greenbrier Classic corroboraba sus palabras, con un resultado de 67 (-3) que incluía cinco birdies y solo dos errores en forma de bogey con el que amplía su marcador particular hasta -10 y su ventaja hasta los dos golpes que sacará a Ángel Cabrera este domingo.
El argentino se convirtió en el aspirante mejor posicionado para truncar la historia que la América más patriota quiere presenciar. Sus 64 golpes (-6) valieron su peso en oro de cara a un ascenso de la decimotercera a la segunda plaza con la que el doble ganador de Majors optará a su primer título en el calendario regular del PGA Tour. Tras embocar seis putts de más de tres metros de distancia, es el jugador que más golpes ha ganado en los greenes en la comparativa con el resto de jugadores.
Por su parte, Gonzalo Fernández-Castaño tuvo que conformarse con entregar una tarjeta al par del campo con 70 golpes con dos bogeys y dos birdies. De este modo, el madrileño baja doce posiciones en la tabla hasta llegar a la 61ª.
Deja un comentario