Javier Pinedo nos sigue relatando sus vivencias en los Masters que ha cubierto in situ. En esta ocasión saltamos a una curiosa pifia idiomática en la edición de 1995.
De todos es sabido que el Masters de Augusta es una fábrica de ganar dinero. No se saben las cifras, ya que son cuentas ocultas, que no opacas, y que solo conoce el Augusta National que por ello es dueño de su propia marca. Pero sí está claro que son incalculables para el resto de los mortales y solo se pueden hacer conjeturas. No obstante, año tras año uno puede hacerse idea del dinero ganado gracias a las mejoras que se van introduciendo y que, evidentemente, cuestan dinero.
Es el torneo más exclusivo del mundo y se puede decir casi que es uno de los más baratos que existen. Por lo menos en cuanto a lo que allí se consume, pues los precios de las bebidas o de los sandwiches es el mismo siempre, poco importa que pasen los años. Además, la tienda no es ni mucho menos lo cara que es la del Open Británico, aunque evidentemente según sea el cambio a nosotros nos resultará más o menos gravosa. Pero bueno, a lo que iba. Todos los años los rectores del Masters invierten gran parte de sus beneficios en mejorar el campo y el torneo. Bien sea en maquinaría nueva, en mejorar el sistema de calefacción del subsuelo, en comprar terrenos colindantes para hacer el nuevo campo de prácticas y el nuevo aparcamiento, en la nueva sala de prensa, esa que me encontré en 1991 para mi tercera visita al Masters, o en la posibilidad de ser de los primeros en ver el Masters en alta definición cuando España era no era más que una utopía.
Pero si la gran mayoría de las mejoras que hace el Masters suelen suponer un beneficio para el torneo, para los espectadores o para los periodistas, hubo una que se volvió contra ellos y eso que de verdad quisieron agradar y dar un plus a los hispanos. Fue en 1995, tras la victoria de José María Olazábal el año anterior. Por aquel entonces los periodistas españoles éramos cada vez más numerosos y para tener un detalle con todos nosotros el Masters quiso ofrecernos las declaraciones de José Mari en español, pues la mayor parte de nosotros llegamos al campo el miércoles cuando la rueda de prensa había sido la víspera. Por eso los más madrugadores nos encontramos con la sorpresa de tener las declaraciones en nuestro «idioma», y ahora comprenderán el porqué del entrecomillado.
A medida que íbamos leyendo esas declaraciones las carcajadas en el bando español eran cada vez más notorias, hasta el punto que algunos colegas ingleses se acercaron para ver qué era eso que tanta gracia nos hacía. Y es que la traducción no tenía desperdicio. Los Majors se habían convertido en los torneos del Comandante. El cambio de driver de Txema se había convertido por mor de la máquina traductora en que había cambiado de conductor, aunque nosotros no sabíamos que tuviese chófer particular. Estas y otras perlas, como que José María Olazábal estaba en la burbuja, nos hicieron reír a carcajada limpia. Desgraciadamente, mi buena amiga Nuria Pastor se apiadó de la jefa de prensa y le comunicó que aquello era un atropello y que lo tenían que retirar. Esta no entendía nada, pues la máquina no se equivoca nunca, o eso creía ella, pero hizo caso a Nuria y así evitó que muchos consiguiesen tener en su poder el preciado documento, aunque no pudieron evitar que al llegar a Madrid lo publicase en Hándicap.
El tiro les había salido por la culata, pero puedo decir que es el único dispendio que ha hecho Augusta que no le ha salido bien. Evidentemente, desde ese momento nos hemos olvidado de las traducciones y todavía hoy sigo sin entender cómo no contrataron a un intérprete, que seguro les hubiese salido más barato… aunque esta gente tiene una fe ciega en sus máquinas.
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Javier Pinedo es la voz del golf en nuestro país. Este periodista especializado atesora un currículum inigualable y lleva en el «zurrón» innumerables majors, Ryder Cups y competiciones de primer nivel. Gracias a su experiencia y conocimientos, se ha convertido en una referencia ineludible tanto en las retransmisiones televisivas de Canal+ Golf como en su columna mensual en la revista Golf Digest. Esta semana Javier Pinedo nos acompañará con una serie de artículos acerca de sus recuerdos y vivencias asociados al Masters de Augusta.
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