El «Tour de la redención» de Michael Greller, caddie de Jordan Spieth

Redacción | 03 de enero de 2015

Michael Greller es el caddie de Jordan Spieth. El consejo de Justin Thomas, amigo común y jugador del PGA Tour, fue definitivo para que Greller llevara la bolsa de Spieth en el US Junior Amateur en 2011 y posteriormente en el US Open de 2012, donde Spieth acabó en la vigésimo primera posición, todavía en condición de amateur. En ese momento, Greller dejó su trabajo como profesor de matemáticas para acompañar al joven fenómeno en todos los torneos en la que se ha revelado como una de las mejores decisiones de su vida.

Está claro que con 37 años pasar de acudir diariamente a clase para impartir lecciones algebraicas a ser el compañero de viaje de un jovencito de 21 años, número nueve del ranking mundial y casi ganador del Masters de Augusta en sus tribulaciones alrededor del mundo, es un gran paso adelante y una responsabilidad importante. Sin embargo, hay una experiencia vital de Greller que le sirvió y mucho para llevar esta situación con más normalidad de la esperada.

Tras ser admitido como profesor y antes de comenzar las clases, y antes de embarcarse en su periplo golfístico, Greller disponía de seis meses libres que decidió utilizar para marcharse a Australia únicamente con una mochila como equipaje. Su objetivo era conocer gente de otras culturas, empaparse de otros ambientes. Sin duda, toda una aventura.

Y a fe que lo fue, desde la mañana en la que se levantó en la habitación compartida de un sórdido hostal de carretera en Bondi Beach donde descubrió que, culturalmente hablando, las carteras también desaparecen en Australia. Con 200 dólares menos y un dolor de cabeza más, Geller se dedicó a conocer los amplios pasajes desérticos australianos con la compañía de un aborigen que le servía de guía. Todo le iba fenomenal hasta que empezó a sentirse enfermo en mitad de la nada, sin saber qué le ocurría. Posteriormente se le diagnosticó una colitis ulcerosa, pero en ese momento parecía el fin del mundo. Tras cuatro meses de viaje al límite, Greller llegó a Perth desde donde tendría que ir a Sidney para volver a casa.

En ese momento llevaba únicamente 50 dólares, nada en la tarjeta de crédito y por delante ochenta horas hasta llegar a Sidney. Eso hasta que el tren se averió a mitad de viaje. Sin embargo, dos ángeles de la guarda en forma de señoras de 80 años se cruzaron en su vida para darle un respiro. Durante el resto del trayecto compartieron su pastel de carne con él a cambio de ser su compañero de partida jugando a las cartas.

Una vez en Sidney, Greller se dio un buen homenaje en forma de McMenu y volvió a Seattle sin saber que algo más de una década después sería el caddie de uno de los mejores jugadores del mundo. Una experiencia que, cómo él mismo comenta en clave de humor, le sirvió mucho para prepararse para ser caddie. “Llevé una mochila durante cuatro meses, vivía lo más barato posible, no tenía expectativas, no sabía dónde iba a dormir, e improvisaba y planeaba todo en los vuelos”.

El colofón a la historia se produjo hace un mes y medio cuando Spieth “obligó” a Greller a tomarse unas vacaciones durante el Dunlop Phoenix de Japón. El caddie, que se había casado hace un año, decidió hacer con su esposa Ellie el llamado “Tour de la redención” y volver a Australia en una segunda luna de miel, aunque esta vez con alguna maleta más y seguro que sin tener que acudir al McDonalds para despedir su viaje.

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