Crónica Golf - Todo el mundo del golf a tu alcance

El trabajo llama a las puertas de la victoria

Tweet

Enrique Soto | 26 de octubre de 2013

Ha sido una temporada larga y exenta de victorias para el golf español. Eduardo de la Riva estuvo muy cerca de conseguirlo bien pronto, en el Nelson Mandela Championship; Pablo Larrazábal encadenó varios domingos en la brecha durante los meses de mayo y junio; incluso Álvaro Quirós pareció encenderse en el Portugal Masters días atrás, llegando a liderar en el campo en que practica habitualmente. Pero los triunfos no han llegado, como si de una travesía por el desierto se tratara. Todos han trabajado en la sombra buscando el nivel necesario para imponerse a los mejores del continente, aunque el golf no les diera una merecida recompensa. Mañana, en Shanghai, la historia podría cambiar de rumbo.

Luke Guthrie había firmado 65 golpes en la primera jornada del BMW Masters. Esa vuelta de menos siete no solo le bastó para situarse como líder del torneo el jueves, sino para aguantar también el viernes en lo más alto sin hacer demasiados esfuerzos. Sus 71 impactos (menos uno) le dejaban con menos ocho, esperando que el Lake Malaren Golf Club se siguiera mostrando igual de fiero con el viento soplando del norte. Pero esas rachas cesaron, hasta el punto de que los birdies comenzaron a repetirse en las tarjetas de los principales aspirantes al título. Su primera ronda dejó de ser un colchón sobre el que tumbarse en forma de pares; el estadounidense debía atacar de nuevo.

Y no lo consiguió. Tres bogeys por sus segundos nueve hoyos inutilizaron los cuatro birdies que consiguió a lo largo del día y finalizó al par, igual que había comenzado el día del movimiento. Evidentemente, sus rivales aprovecharon esa indecisión. Allí apareció Rafael Cabrera-Bello, silencioso durante todo el año, combatiente contra los vicios en su swing y los putts que no terminaban de caer en el agujero. Solo un top 10 a lo largo de diez meses. El resto, trabajo en la sombra.

Su tercera jornada fue una oda a la consistencia que andaba buscando: diez calles, quince greenes en regulación y veintiocho putts fueron los números que representaron sus 67 impactos (menos cinco), la mejor tarjeta del día. No cometió un solo error. “Estoy muy feliz de seguir jugando bien y de haber realizado una buena vuelta para tener opciones mañana”, comentó al finalizar. “Comencé con dos birdies que me dieron mucha confianza. Luego sólo me mantuve tranquilo, golpe a golpe, y hoy funcionó. Estoy feliz, orgulloso, confiado y también disfrutando del torneo, por lo que espero que mañana pueda mantener esas sensaciones y trasladarlas al campo. Salir ahí fuera, jugar mi mejor golf y disfrutar”.

Ha subido siete puestos en la clasificación e igualado a Guthrie en lo más alto, en el menos ocho con el que comenzó el día. El estadounidense tendrá que volver a ponerse en movimiento mientras que el grancanario no necesitará de ningún empujón inicial; solo de seguir la estela que hoy ha marcado. Solo uno por detrás partirá otro trabajador nato, que ha pasado gran parte de la temporada al otro lado del Atlántico buscando un lugar en la élite.

Si los números de Rafa parecían consistentes, echen un vistazo a estos: trece calles, diecisiete greenes y veintinueve putts. Solo una bola al agua en el hoyo 17 impidió que Gonzalo Fernández-Castaño llegara también al liderato en Shanghai. Seis birdies, un bogey y un acumulado de menos siete le permitirán también luchar por la primera victoria española de la temporada. Pablo Larrazábal partirá desde el menos cuatro, Eduardo de la Riva desde el más uno, Alejandro Cañizares desde el más siete y Miguel Ángel Jiménez desde el más ocho.

Se estaba haciendo esperar, pero los pupilos de José Carlos Gutiérrez afrontarán la ocasión de subir el casillero hasta uno. El trabajo siempre termina llamando a las puertas.

Resultados completos