Zona Pro
En Las Vegas manda Moore
Carlos Palomo | 08 de octubre de 2012
El estadounidense Ryan Moore consiguió volver al círculo de ganadores tres años después de su primera victoria tras proclamarse campeón del Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open en el TPC Summerlin de Las Vegas. Una vuelta de 66 golpes (-5) fue suficiente para superar los continuos ataques de Brendon de Jonge, su perseguidor más activo hasta que en el hoyo 18 el zimbabuense no fue capaz de embocar el putt de birdie que le hubiera hecho salir al desempate.
Fue sin embargo el par 5 del hoyo 16 el más importante en el desenlace del torneo. Siendo uno de los más asequibles del campo, se mostró implacable con la salida errática de De Jonge, quien no pudo llegar de dos a green al quedar obstaculizado por un arbolito. Impotente ante el buen golpe de su compañero de partido Moore que se dejaba opción de eagle, De Jonge solo pudo recuperar calle chipeando y atacar ya en su tercer golpe con un hierro 9. Moore consiguió el birdie y De Jonge el par, con lo que el coliderato de ambos se rompía en favor del americano.
“Pegué un golpe de salida muy pobre. Definitivamente fue el punto de inflexión para mí. Es decepcionante pero me recuperaré rápidamente. Me lo he pasado muy bien en el campo», comentaba un De Jonge que todavía sigue buscando su primera victoria en el PGA Tour.
Dos pares para cada uno tanto en el 17 como en el 18 daban finalmente la victoria a Moore, quien en todo momento estuvo acompañado de familia y amigos en esta importante ronda final celebrada cerca de casa. «Ha sido una semana increíble. He tenido un gran apoyo de mi familia y mis amigos en el campo», afirmó un Moore que tampoco estuvo solo en el Wyndham de 2009 cuando consiguió su primer título.
Lejos de la lucha quedó desde los primeros compases del domingo el sueco Jonas Blixt. Comenzando con bogey, fue incapaz de encontrar el juego que le había llevado hasta lo más alto durante las tres primeras jornadas y solo pudo firmar dos birdies para una vuelta de 70 golpes para -1, dígito insuficiente en Las Vegas en un torneo que se ha ganado con -24. Concluyó en la tercera posición en solitario con -20, a dos golpes de uno de los hombres del día, Jason Day.
El australiano se coló en una fiesta en la que nadie parecía haberle invitado con unos primeros nueve hoyos saldados con siete birdies para sumar solo 28 golpes en el ecuador del recorrido. En los nueve segundos solo pudo añadir uno más en el 16 y se despidió con sabor amargo tras su segundo golpe en el 18, donde tocó las ramas de un árbol en el backswing y concluyó en el agua antes de acabar firmando un doble bogey.
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