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Escaparate Ryder

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Alejandro Nagy | 24 de septiembre de 2014

La noche de los Oscar de Hollywood. La final de la Super Bowl. La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. La final del Mundial de fútbol. Los tres días de la Ryder Cup. Son citas anuales, bienales o cuatrienales, la mayoría deportivas, que concentran la atención de cientos de millones de personas de todo el planeta. Y esta es la semana de la que más me motiva de todos, la Ryder.

Dos años después del milagro de Medinah el golf mundial vuelve a poner los ojos sobre un único punto, sobre veinticuatro jugadores hipermotivados que van a enfrentarse a lo largo de dieciochos hoyos ultrapreparados y que a buen seguro nos van a regalar minutos de tensión, momentos de deportiva angustia e imágenes para el recuerdo. Y precisamente estas imágenes son el objetivo de muchas casas comerciales que han apostado por estar ahí, por ser proveedores oficiales de la organización del torneo como Canon, FedEx, Moët & Chandon, Nespresso, Club Car o Toro, por ser patrocinadores oficiales de la competición como Rolex, BMW, Johnnie Walker o Ernst & Young, o por ser proveedores deportivos oficiales de los equipos como Titleist, FootJoy, Glenmuir, ProQuip o Ralph Lauren. Estas compañías, y otras, serán las que se aprovechen los flashes de la semana de competición, las que conseguirán que sus logos aparezcan en las fotos del antes, durante y después de la semana de juego de la Ryder Cup. Vale, no en los polos y las gorras de los jugadores, pero esa codiciada “segunda línea” que tan bien saben enfocar los fotógrafos de golf harán que la inversión haya merecido la pena, al igual que todo el rendimiento interno que le puedan sacar.

Por otro lado, otras compañías que participaron en las etapas previas del evento (como la preparación del campo) también tuvieron la oportunidad de aprovechar el tirón mediático. Según indicaba hace unos meses el director general de Gleneagles, para poner a punto el campo PGA Centenary del resort escocés los operarios de mantenimiento movieron 50.000 toneladas de tierra, plantaron 30.000 metros cuadrados de césped y reemplazaron 1.000 toneladas de arena de los bunkers durante las remodelaciones realizadas en 2012. Las compañías especializadas que llevaron a cabo estos trabajos o que suministraron los materiales ya se encargaron de que sus actividades fueran conocidas por los profesionales de la industria del golf, de que su logo apareciera bien definido en maquinaria de obra, vehículos de transporte, sacos de materiales y cajas de todo tipo. Estas compañías, algunas de ellas con presencia en el directorio empresarial de golfindustria.es, quizá no tengan el lustre de las anteriores (¿le suenan MTS Nationwide, SecuriGroup, Arena Group, Galliford Try, Aggreko, Tacit o The Golf Environment Organization?) pero sin ellas no hubiera sido posible preparar el campo de la manera que se ha hecho ni mantenerlo durante los tres exigentes días de competición.

Tanto unas compañías como otras, las reconocidas por los aficionados y las que no, han hecho todo lo posible para desarrollar un buen trabajo y permitirnos disfrutar de un gran espectáculo. Sea como fuere, la semana que acaba de arrancar será para unos un momento cumbre en su carrera deportiva, para otros un paso más agrandando su leyenda, para muchos (entre los que me cuento) unos días de disfrutar del golf en estado puro, para otros una locura de días trabajando sin descanso, y para unos pocos la oportunidad de recoger los beneficios lo que han sembrado durante los últimos años. Es lo que tiene el escaparate de la Ryder Cup.