Día de locos el vivido ayer en el Honda Classic durante la segunda jornada en el PGA National. No es normal que el número 1 del mundo y defensor del título, Rory McIlroy, abandonase tras ocho hoyos aduciendo un dolor de muelas, que el gran dominador del golf moderno, Tiger Woods, pase el corte a duras penas por tan solo un golpe, que el líder tras 36 hoyos ante un plantel de lujo sea un desconocido rookie como Luke Guthrie o que Camilo Villegas, líder de la primera jornada, acabe fallando el corte.
Vayamos por partes. El día empezaba con la retirada de Rory McIlroy. Si el jueves concluía con una vuelta al par tras hacer bogey en el último hoyo, su situación no mejoraba en la segunda jornada. Al contrario. En sus primeros ocho hoyos, su resultado del día reflejaba un paupérrimo +7. Cuando en el 18 (su noveno hoyo) mandaba su tercera bola al agua en los tres últimos hoyos, se aproximó al green y tendió la mano a sus compañeros de partido Ernie Els y Mark Wilson. Retirada. Antes de abandonar el complejo del PGA National, explicó a los periodistas que no había «realmente mucho que contar». «No estoy bien mentalmente». Todo muy raro.
Más tarde, el PGA Tour hacía público un comunicado que explicaba más y mejor los supuestos motivos que llevaron al norirlandés a abandonar. «He estado sufriendo bastante dolor de una muela del juicio que me va a salir en breve. Empezó a molestarme la pasada noche y me tomé antibióticos. Esta mañana me volvía a doler bastante y ha sido imposible concentrarme. Me estaba molestando mucho y estaba empezando a molestar a mis compañeros». Sea o no culpa de este dolor de muelas, el swing de McIlroy no se pareció en absoluto al mágico movimiento que maravilló al mundo del golf el año pasado.
Sintomático fue lo que le ocurrió en el tee del hoyo 15, par 3, donde después de pegar su golpe de salida se quedó mirando casi 30 segundos su chuleta, como siendo incapaz de comprender la línea de ataque por la que había entrado su palo.
El ganador del Honda Classic 2010 y líder de la primera jornada de esta edición, Camilo Villegas, sufrió en apenas 24 horas las dos caras de la moneda en el mundo del golf, empeorando su tarjeta del jueves en 13 golpes para firmar un 77 (+7) que le dejó fuera del corte por tan solo un golpe. Desde el Travelers Championship de 2011 no ocurría algo así.
Tiger Woods sí que estará el fin de semana tras firmar dos vueltas de 70 golpes. Su segunda ronda incluyó cuatro birdies, dos bogeys y un doble bogey. Mismo resultado que el día anterior pero sensaciones diferentes las que dejaba al segundo clasificado de este Honda Classic el año pasado. Según comentó el propio Tiger, sus golpes no habían sido ni por asomo tan certeros como los del primer día, con unos números que reflejaban solo seis calles y 11 greenes.
Y en mitad de este caos, un rookie como Luke Guthrie aprovechó la situación para acomodarse en la primera posición tras firmar resultados de 68 (-2) y 63 golpes (-7) para un -9 total. Salir del PGA National sin apuntarse bogeys en la tarjeta no fue fácil el viernes y Guthrie fue uno de los que consiguió hacerlo en tan solo su 13ª participación en el PGA Tour.
Llegó a la élite del golf tras quedar segundo en la lista de ganancias del Web.com Tour y viene de completar sus primeros torneos en el PGA Tour con cuatro finales entre los 30 primeros. Según dicen sus compañeros, es uno de los novatos a los que hay que echar un ojo esta temporada, un aviso que él mismo se ha encargado de confirmar a estas alturas de torneo.
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