Zona Pro
Fred Couples echa leña a la hoguera de la Ryder Cup
Redacción | 31 de octubre de 2014
La derrota sufrida por el equipo estadounidense en la Ryder de Gleneagles se está convirtiendo en el “Vietnam” golfístico de la PGA of America. Las consecuencias del doloroso varapalo se han ido sucediendo en cadena, como un dominó imparable que se va cobrando víctimas mientras desde el otro lado del Atlántico, como dice el proverbio árabe, los europeos se sientan en el rellano de la puerta esperando ver el cadáver de su enemigo pasar.
El pistoletazo de salida a los enfrentamientos lo dio en la sala de prensa de Gleneagles Phil Mickelson con sus veladas acusaciones al capitán del equipo por no contar con ellos y a la PGA of America por haber cambiado el sistema implantado por Azinger, declaraciones con escasa autocrítica hacia sus propios errores. Tom Watson, que por entonces sabía que era el objetivo de todos los dardos, encajó el soliloquio de Lefty, respondió con elegancia y reconoció el mérito de los europeos en la victoria, quedando como un caballero frente a Mickelson.
Semanas más tarde, a través de los medios se filtró que las maneras de Watson ni mucho menos habían sido las mejores en su capitanía, con actitud totalitaria y la sensibilidad de un sargento chusquero. De esa batalla salió ganador Mickelson, al que se le ponía de auténtico líder en la sombra mientras que, además de Watson, el perdedor fue el golf estadounidense que sacaba la ropa sucia al patio para que todo el mundo pudiera verla.
Con el objeto de parar la sangría mediática, la PGA of America reaccionó creando un comité al estilo del equipo europeo para elegir el nuevo capitán y los principales aspectos relacionados con el equipo estadounidense para la siguiente edición de la Ryder. Tras los tres fracasos consecutivos, la PGA ponía la pelota en el tejado de los jugadores y excapitanes, el grueso del comité, no sabemos si para quitarse la responsabilidad o buscando una catarsis que cambie la tendencia.
Las aguas parecían haber vuelto a su cauce cuando un desafortunado tuit del presidente de la PGA acusando a Ian Poulter de “niña pequeña” después de que este criticara a Watson y a Faldo en su libro No limits le costó a Ted Bishop su puesto al mando de la asociación. Un mes después, la derrota en Gleneagles seguía cobrándose víctimas entre las filas norteamericanas.
Descabezada la PGA, parecía que nada más podría ocurrir, pero esta semana Fred Couples ha decidido dar una vuelta más de tuerca al asunto con unas declaraciones en las que simplifica bastante el tema de la capitanía y desmitifica el comité de sabios creado para devolver la copa a las vitrinas estadounidenses.
El capitán del equipo tres veces ganador de la President’s Cup y uno de los grandes favoritos para manejar la nave en la próxima Ryder Cup, no se ha mordido la lengua a la hora de hablar de algunos de los asuntos relativos a la última edición. Por lo pronto, Couples cuestionaba la necesidad de un grupo de trabajo, comité, gabinete de crisis o como quieran llamarlo, aunque sí que le daba importancia a la implicación de los veteranos en la toma de decisión a la hora de saber qué tipo de capitán necesitarían. Vamos, un guiño a su candidatura en toda regla.
En sus declaraciones durante la prueba del Champions Tour de esta semana, apuntaba que, más que ser contrario al comité de trabajo, le parecía una inutilidad hacerlo con tanta antelación. “Puedo estar dos años enteros yéndome a cenar con Rickie Fowler para decirle lo que quiero de él y luego que no entre en la lista. Lo que necesitamos es divertirnos más y eso se hace ganando”, sentenciaba Couples en un amago de disfrazarse de Cruyff y restando valor a la puntillosa y detallista preparación con la que McGinley se presentó en Escocia.
En definitiva, un poco más de leña al fuego por parte de Couples que, intentando simplificar el asunto y dar una visión más natural, ha vuelto a dar un palo a la PGA estadounidense que pensaba que con el comité creado tendría un periodo de calma. Ahora solo queda esperar a ver donde salta el siguiente fuego.
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