Las condiciones húmedas y blandas del Sherwood Country Club hacen complicado alcanzar en dos golpes los pares 5, lo que explica que los resultados no estén siendo excesivamente bajos durante los últimos días. “Creo que hay un 63 o un 64 pendiente”, declaró McDowell al finalizar ayer su vuelta. No llegó en la tercera jornada del World Challenge y el norirlandés sigue liderando el torneo tras entregar una tarjeta con 68 golpes (menos cuatro), encadenando ya 29 hoyos sin cometer un solo error. G-Mac está sólido de tee a green y, por primera vez en lo que llevamos de año, está muy inspirado en los greenes.
Su ventaja se vio reducida a dos golpes después de que Keegan Bradley firmara 67 golpes (menos cinco), haciendo seis birdies (dos en pares 5) por tan solo un bogey. Es el único jugador que se aproximado mínimamente a los dominios del líder durante la semana, consiguiendo bajar de los 70 impactos todos los días de competición. Ambos saldrán en el último partido el domingo con la intención de alzarse con una victoria que, aunque no es validera para el PGA Tour, sí otorga puntos para el Ranking Mundial. El premio, en el caso de ambos, es la confianza.
A pocos jugadores les hace falta un empujón en este ámbito tanto como a McDowell. Son ya dos temporadas sin conseguir un solo triunfo después de su glorioso 2010, en el que ganó el U.S. Open y fue definitivo en el triunfo en la Ryder Cup. No ha tenido actuaciones desastrosas desde entonces, ni mucho menos, y le hemos visto volver a pelear por la victoria en varios majors. Pero ganar es ganar, el combustible y la energía de estos jugadores y a Graeme le podría servir para transformar una temporada que ha calificado como “decente” en una “buena”. Cargarse de ánimo para 2013 puede ser su gran recompensa.
Algo más retrasados, pero todavía con opciones se encuentran Tiger Woods y Bo Van Pelt con un global de menos ocho. El número 3 del mundo comenzó su vuelta embocando un chip para birdie en el hoyo 1, en lo que parecía un ataque en toda regla. Pero no fue así porque no volvió a conseguir un acierto hasta el 14, donde se encontraba al par del campo. Dos birdies más le permitieron terminar con 69 impactos (menos tres) y dejarse una mínima oportunidad de cara al domingo. Por su parte, Bo Van Pelt finalizó con 70 golpes, situándose a cinco impactos del líder. Solo el 63 o el 64 del que hablaba McDowell les daría una mínima oportunidad el domingo.
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