Suele decirse que los Grandes nunca se ganan el jueves, pero sí se pueden perder. Una vez más, esa máxima se ha vuelto a cumplir tras la primera jornada del Open Championship de Muirfield, donde todavía es imposible saber quién va a ganar, pero sí podemos señalar más de un nombre de quien lo ha perdido tras estos primeros 18 hoyos.
Con el campo de Muirfield como gran protagonista, hemos podido extraer unas cuantas conclusiones que creo nos van a ir acompañando hasta el domingo. Lo primero el tiempo. ¡Esto no es Escocia, me la han cambiado! Ayer no se hablaba de otra cosa en Muirfield. Temperaturas extremas, alegremente por encima de los 30 grados, y en un país que no conoce las virtudes del aire acondicionado esto hace que en cualquier local cerrado la sensación térmica sea similar a la que podemos experimentar en una sauna. Pero si lo extrapolamos al campo, los jugadores empiezan a estar seriamente preocupados por cómo puede llegar a estar el recorrido el próximo domingo. El color pardo que tienen las calles y el brillo que han adquirido los greens por el calor y el viento hacen pensar a más de uno que tendrán que regar en algún momento. Si no, intentar meter la bola en el hoyo resultará una misión imposible. Todo apunta a que, efectivamente, lo que estamos viviendo es una causa de fuerza mayor que ablandará a los rectores del R&A, que ni mucho menos tienen el afán de protagonismo de los de la USGA.
Pero hasta que eso suceda, hasta que rieguen los greens, los jugadores van a tener que seguir lidiando con ellos y a muchos ya les ha cogido el toro. Por ejemplo a McIlroy, que ayer confirmó que este año lo suyo es especialmente dramático. Verlo patear y tener que jugar su siguiente golpe desde búnker nos hacía retrotraernos a Bethpage Black, si no fuera porque en aquella ocasión los culpables eran los greens y esta vez la culpable era la desorientación absoluta del joven norirlandés. Rory no está ahora mismo para ganar nada y sólo está consiguiendo inspirar pena; la angustia se refleja en su cara después de cada golpe, algo doloroso cuando se sabe el talento que atesora.
A Rory se le unió ayer Luke Donald, otro cuyo comportamiento dista mucho de ser digno de alguien que no hace mucho ha sido número uno mundial. Luke no está fino, es casi irónico decirlo, pero lo peor es que no se intuye una solución fácil a sus problemas y los torneos empiezan a acumularse.
Y llegamos a Sergio García. Una vez más, las expectativas depositadas en Sergio se han ido al limbo a las primeras de cambio. Es muy posible, aunque poco probable, que hoy consiga un buen resultado y que pase el corte, pero tras lo visto ayer su actitud sigue sin ser la idónea para ganar la guerra que supone un Grande. Es posible que gane batallas, jornadas sueltas, pero la guerra implica muchas más cosas y hay que ser realistas, o por lo menos eso creo yo. De momento, parece que Sergio no tiene las armas precisas para llevar a cabo tales gestas.
He aquí tres víctimas ilustres, pero no es una lista cerrada. Hay muchos más nombres que van a engrosarla entre hoy y mañana, hasta llegar al domingo con un número cerrado de candidatos, entre los que seguramente estén Tiger, Mickelson y esperemos que nuestros tres españoles bien colocados, Miguel Ángel Jiménez, Rafa Cabrera-Bello y Gonzalo Fernández-Castaño. Ojalá lleguen los tres, pero nos conformaríamos con que lo hiciera uno sólo y que rompiera por fin esa racha de más de catorce años sin saborear las mieles de un Grande. Sigamos confiando en que sea aquí, en Muirfield, donde el golf español gane esa guerra.
Javier Pinedo es la voz del golf en nuestro país. Este periodista especializado atesora un currículum inigualable y lleva en el «zurrón» innumerables majors, Ryder Cups y competiciones de primer nivel. Gracias a su experiencia y conocimientos, se ha convertido en una referencia ineludible tanto en las retransmisiones televisivas de Canal+ Golf como en su columna mensual en la revista Golf Digest. Esta semana Javier Pinedo está desempeñando su labor en Muirfield y nos acompañará con una serie de columnas desde la sede del Open Championship 2013.
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