Cinco españoles llegaban este jueves a Kentucky de cara al PGA Championship y tras la primera jornada solo Rafa Cabrera-Bello (-2) y Sergio García (-1) consiguieron jugar por debajo del par en Valhalla Golf Club. El grancanario, por tanto, es el que está mejor posicionado gracias a su vuelta de 69 golpes.
De los hoy presentes, tan solo Miguel Ángel Jiménez y García estuvieron en la última edición en que el PGA Championship pasó por Valhalla Golf Club, cuando el último major del año visitó este recorrido diseñado por Jack Nicklaus en la victoria de Tiger Woods en 2000. La falta de experiencia, sin embargo, no lastró en absoluto el debut de Cabrera-Bello en este par 71 del que salió victorioso al concluir en la vigésima plaza concluida la primera jornada.
Sin hacer excesivo ruido en un comienzo en el que acumulaba pares, el grancanario firmó un birdie y un bogey en sus nueve primeros hoyos para guardarse lo mejor del día de cara al tramo final de Valhalla. A pesar de que en el hoyo 14 obtuvo su segundo error del día, lejos de amilanarse, Cabrera-Bello demostró estar preparado para las grandes citas (fue top 30 en el PGA Championship de 2013) con una reacción final que incluyó tres birdies en sus últimos cuatro hoyos para darle la vuelta a su tarjeta y posicionarse en la vigésima plaza como el mejor español tras los primeros 18 hoyos.
La gran esperanza española en esta 96ª edición del PGA Championship después de sus últimos recitales era Sergio García. El de Borriol firmó su decimotercera vuelta consecutiva por debajo de 72 golpes con un 70 (-1) que le permite afrontar la segunda jornada desde la 35ª posición. A pesar de admitir ciertos fallos, consideraba que su vuelta de -1 «no es un mal resultado».
Al igual que Cabrera-Bello, García llegó a ponerse por encima del par en Valhalla (+2 tras seis hoyos) pero en ningún momento tiró la toalla y logró la tan ansiada recompensa en forma de birdies en los hoyos 7, 10 y 18. Firmada su tarjeta, destacaba la firmeza que poco a poco iban adquiriendo los greenes de la sede de este PGA Championshipal tiempo que se consideraba partidario de que las condiciones se mantuvieran así de cara al resto de las jornadas a pesar de las condiciones húmedas que se esperan de aquí al domingo.
En su cuenta de Twitter, el tercer mejor español concluida la primera vuelta, Gonzalo Fernández-Castaño, lamentaba «un par de errores no forzados» desde el centro de la calle que no le permitieron entregar una vuelta inferior a los 71 golpes (par). El madrileño se refería a los fallos de los hoyos 9 y 15, donde a pesar de lograr sendas buenas salidas desde el tee, acabó fallando green sin hacer posteriormente approach y putt. Antes de afrontar su segunda jornada, su primer cara a cara con Valhalla incluía cinco birdies y cinco bogeys, balance que le dejaba en la 54ª plaza de la clasificación.
Fuera del corte proyectado se sitúa un Miguel Ángel Jiménez, que ve en este PGA Championship su última oportunidad de impresionar al capitán europeo del equipo de la Ryder Cup, Paul McGinley.
El malagueño llegó a ponerse +3 en sus siete primeros hoyos, pero recuperó con dos birdies al 17 y 18 (sus hoyos 8 y 9 tras salir por el 10) para cerrar en +1 su contacto con sus primeros nueve hoyos. En el tramo restante, acumuló por igual birdies y bogeys para acabar con un +1 que le obliga a remontar posiciones si quiere estar presente el fin de semana desde su 79º puesto, aunque los dos birdies en los tres últimos hoyos vuelven a dar testimonio de su capacidad de lucha infinita.
El quinto español presente en Valhalla, Pablo Larrazábal, firmó un 79 (+8) que resultó doloroso en varios sentidos. No solo fue una vuelta llena de errores sino que una vez concluida, el de Barcelona informaba a través de su cuenta de twitter de la presencia de ciertas molestias.
«Desafortunadamente, me he lesionado la mano en el hoyo 9 y me he golpeado con fuerza la pierna en el 12, con mucho dolor. Parece que la semana se ha acabado para mí.»
Minutos después, Larrazábal volvía a informar de su estado. «El dolor permanece. Llevo poniéndome hielo toda la tarde. Espero que (la pierna) se recupere lo suficiente para jugar mañana». Sin tomar una decisión final de cara a su participación en la segunda vuelta del último major del año, comentaba que solo la ausencia de dolor en su tobillo le hará jugar este viernes.
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